La primera vez que la fiscalía citó a Jorge Yoshiyama Sasaki para interrogarlo sobre el “Caso Cócteles”, el 25 de julio de 2016, este lo negó todo, como le habían instruido su tío, Jaime Yoshiyama Tanaka, y su cercana amiga, la excandidata presidencial Keiko Fujimori. La lealtad a la cúpula fujimorista, sin embargo, no duró mucho tiempo. Cuando se expidió una orden de detención en su contra, se sintió traicionado. Se suponía que eso nunca iba a pasar porque, a cambio de su silencio, sería protegido. Pero eso no sucedió. Como más tarde diría a las autoridades, comprendió que había sido utilizado para encubrir a Keiko Fujimori.
Así que por propia voluntad , el 10 de octubre de 2018, Jorge Yoshiyama Sasaki se presentó ante la fiscalía y en siete ocasiones confesó detalladamente los papeles trascendentales que cumplió en secreto bajo instrucciones directas de la jefa de Fuerza Popular en las campañas presidenciales de 2011 y 2016: la recolección clandestina de dinero en efectivo, el reclutamiento de los falsos aportantes para lavar el dinero y las operaciones de encubrimiento con el propósito expreso de quebrar la investigación contra Keiko Fujimori. A Jorge Yoshiyama no le contaron los hechos que relató. Fue testigo directo, privilegiado, excepcional, porque era un allegado íntimo a la cúpula fujimorista.
Jorge Yoshiyama Sasaki ha confirmado que se presentará a las audiencias judiciales cuando sea requerido para ratificar sus confesiones ante la fiscalía. La República tuvo acceso a las 7 manifestaciones de Yoshiyama que incriminan seriamente a Keiko Fujimori.
"ERA DINERO DE ODEBRECHT"
Keiko Fujimori niega haber recibido fondos de la constructora Odebrecht, o de haber sido que aportó dinero a sus campañas electorales. Rechaza haber aceptado dinero de origen ilícito. La versión de Jorge Yoshiyama Sasaki es diferente. Ha dicho a la fiscalía que entre febrero y marzo de 2011, su tío Jaime Yoshiyama le dio US$800.000 en efectivo que extrajo de una caja fuerte instalada en su dormitorio. Le explicó que empresarios que apoyaban a Keiko Fujimori no deseaban que los identificaran como donantes de dinero, por lo que le solicitó buscar a amigos para que depositaran esos fondos a las cuentas del partido fujimorista como falsos aportantes. Y así lo haría, sin saber quiénes eran los financistas en la sombra de la entonces candidata presidencial. Pronto se enteraría que parte de los US$800.000 provenían de Odebrecht. Así lo dijo Jorge Yoshiyama Sasaki:
“En la segunda del año 2015 me entero de toda la verdad completa durante una visita familiar que hago a la casa de mi tio Jaime Yoshiyama. Tanto Jaime Yoshiyama como Keiko Fujimori sabían que sí había dinero donado por la empresa Odebrecht a Fuerza 2011 para la campaña electoral. (...)”.
Jorge Yoshiyama también confesó que recogía dinero en efectivo del empresario Juan Rassmuss Echecopar, de las oficinas de su compañía Sudamericana de Fibras, en el Callao. Esta información ha sido corroborada por el sobrino de Rassmuss, Enrique Gubbins Bovet, quien entregó los registros de las personas que retiraron los fondos, entre ellos Keiko Fujimori y su exesposo Mark Vito Villanella. En el caso de Jorge Yoshiyama, recogió en 11 oportunidades un total de US$1.465.000. Los sobres se los llevaba a la secretaria personal de Keiko Fujimori, Adriana Tarazona Martínez, en la oficina que la excandidata tenía en la calle Bucaré, Camacho, Lima.
La propia Keiko Fujimori le pidió a Jorge Yoshiyama Sasaki convocar a sus amigos empresarios de la construcción para que aportaran clandestinamente. Después de explicarles su plan de gobierno, Jorge Yoshiyama recogía el dinero y se lo entregaba en persona a la excandidata presidencial. Así lo dijo:
“Keiko Fujimori una vez que fui a su oficina, no recuerdo exactamente, debe haber sido a fines de 2015 o inicios de 2016 (en la segunda campaña presidencial), me dijo personalmente que como era muy amigo de Fico, refiriéndose a Federico Aramayo Málaga, que le pida a él que convoque a personas del rubro de la construcción para solicitarles de su parte, que sean donantes de su campaña por el monto de diez mil dólares. (...) Cuando me entregaban el dinero yo le comunicaba que quería ir a verla, a lo que ella usualmente me respondía ‘ven mañana’ o ‘ven pasado’, o tal día. Y yo iba en la fecha y hora acordada para entregar los sobres, los cuales le entregué en cuatro oportunidades (US$40.000 en total) (...), en su departamento de Surco o en su oficina de Bucaré”.
Jorge Yoshiyama organizó a solicitud de Keiko Fujimori reuniones con otro grupo de empresarios, que por cada encuentro entregaban S/1.000, pero luego se abonó la suma de US$1.000. Era tanta la confianza de la jefa de Fuerza Popular en Jorge Yoshiyama, que le encargaba la recolección clandestina de dinero en diferentes modalidades, dinero que nunca fue declarado. Lo dijo así:
“La mecánica era la misma. Cuando recolectaba el dinero (...), entonces la yaba y le decía cuándo nos podíamos juntar para entregarle el encargo. Y ella me citaba a su domicilio o a su oficina, y ahí le hacía entrega directamente o a veces a Adriana Tarazona”.
EJÉRCITOS DE "PITUFOS"
Keiko Fujimori no solo encomendó a Jorge Yoshiyama recolectar dinero en efectivo sino también le encargó reclutar falsos aportantes para depositar parte del dinero en las cuentas del partido. Yoshiyama admitió haberlo hecho tanto en 2011 como en 2016, a pedido expreso de la excandidata presidencial. Se lo solicitó, declaró Jorge Yoshiyama, porque conocía a la perfección cómo funcionaba la “lavadora” del partido naranja. Esto es lo que dijo:
“Para la campaña presidencial de 2016, siendo ya amigo de Keiko Fujimori, ella me pide buscar falsos aportantes para el partido Fuerza Popular. Me manifiesta que lo haga como lo hice en 2011, para lo cual me pide coordinar con Adriana Tarazona Martínez para que ella me entregue el dinero para ser depositado a Fuerza Popular”.
Con el fin de no dejar dudas de que organizó los ejércitos de “pitufos”, Jorge Yoshiyama suministró los nombres y apellidos de todos los falsos donantes de dinero y los montos que se le entregó a cada uno. Para la campaña de 2011, formó tres grupos por un total de 33 “pitufos”: al primero distribuyó US$376.000, al segundo US$252.000 y al último US$480.000. Y para la campaña de 2016, armó dos grupos de 22 “pitufos” a los que asigó un total de US$471.500. Sumando las dos elecciones, solo Jorge Yoshiyama Sasaki usó a 55 “pitufos” para “lavar” US$1.559.500.
Keiko Fujimori no podría sostener que desconocía la maquinaria clandestina de captación y de falsos aportantes, porque cuando la fiscalía inició el “Caso Cócteles”, fue testigo y participante de las operaciones de encubrimiento. Ese fue el mensaje que le dio su tío:
“Jaime Yoshiyama me informa que ha hablado con Keiko Fujimori y que ella le dijo: ‘Jaime, por si acaso debemos afirmar que no hemos recibido ningún aporte de Odebrecht. Hay que negar todo en relación a esta compañía y su relación con nosotros. Jaime Yoshiyama me preguntó qué le había dicho a mis amigos y yo le indiqué que dije que (...) era dinero de empresarios que no querían figurar. (...) Señalándome que parte del dinero de lo que me había entregado para los falsos aportantes del año 2011, era dinero de la empresa brasileña Odebrecht”.
"NO TE PREOCUPES POR EL RESULTADO"
Una de las operaciones de encubrimiento fue la casación ante la Corte Suprema con la que Keiko Fujimori pretendió archivar el “Caso Cócteles” contra ella y su excónyuge Mark Vito Villanella. La excandidata confió a Jorge Yoshiyama que todo estaba resuelto porque se había arreglado con el exjuez supremo César Hinostroza Pariachi. Y se lo confirmó el asesor de Fujimori, Vicente SIlva Checa. Así lo relató Yoshiyama:
“Fue en su domicilio de Keiko Fujimori una noche que fui a preguntarle por el curso de las investigaciones y le pregunté si estaba haciendo algo al respecto y me dijo que había ya hecho contacto con el juez César Hinostroza y que no me preocupe por el resultado. (...) Fue en su domicilio de (Vicente) Silva (Checa) le voy a preguntar qué saben sobre las investigaciones en curso y me indica lo mismo de Keiko Fujimori que ya habían entablado contacto con el juez César Hinostroza y que la votación iba a salir favorable”.
Keiko Fujimori ha negado repetidas veces contactos con Hinostroza, y con el intermediario de este, el empresario Antonio Camayo Valverde. Ellos la conocían como la “Señora K”. Empero, Jorge Yoshiyama ha ratificado que existió vínculos entre la excandidata, Camayo y Hinostroza. Así:
“En una conversación que tuve con Keiko Fujimori en su departamento de Surco, le pregunté sobre el tema (la casación) porque yo ya estaba comprendido en la investigación. Ella, Keiko Fujimori, me indica en mayo de 2018 que ya había entablado contacto con César Hinostroza a través del empresario Antonio Camayo. Keiko Fujimori me informa que ya estaban aceptando su casación y que todo iba a salir favorable para ella”.
Pero el plan se truncó al divulgarse el audio de “Los Cuellos Blancos” en el que se escucha a Hinostroza y Camayo refiriéndose a la “Señora K”.
Jorge Yoshiyama Sasaki ha dicho a la fiscalía que pudo quedarse fuera del país cuando se enteró de la orden de captura, pero cuando sintió que lo abandonaron a su suerte, decidió retornar para contarlo todo. Llegó la hora.