Un hallazgo asombroso sacude al mundo de la arqueología: dentro de un sarcófago en la enigmática Tumba de Cerbero, se encontró una momia de más de 2000 años que desafía lo conocido hasta ahora.
Este descubrimiento sorprendente promete revelar secretos inéditos sobre las prácticas funerarias del antiguo Egipto y plantea nuevos interrogantes para la ciencia.
La Tumba de Cerbero, situada en las áreas subterráneas de Giugliano, Nápoles, es conocida por su rica historia y su vínculo con la élite de la antigua ciudad de Nápoles.
Este sitio, que se encuentra sobre un laberinto de túneles y catacumbas excavados por griegos y romanos, reveló un nuevo hallazgo arqueológico: un sarcófago con una momia de más de 2000 años, según el sitio web Muy Interesante.
La tumba, famosa por el fresco de Cerbero, el guardián del inframundo en la mitología griega, ha sido objeto de exploraciones detalladas por parte de un equipo del Instituto de Arqueología de Egipto.
Los arqueólogos encontraron dos sarcófagos en la tumba y, tras abrir uno de ellos, descubrieron una momia en un estado de conservación excepcional. Estaba cubierta por un sudario y rodeada de objetos funerarios como:
Fue conservada gracias a una mezcla de cremas a base de plantas y las condiciones climáticas de la cámara funeraria. Según Marian Nuzzo, superintendente del Ministerio de Cultura italiano, este hallazgo proporciona una visión detallada de las prácticas funerarias de la Antigua Roma y enriquece nuestro conocimiento sobre el pasado.
En la mitología griega, Cerbero es el temible perro de tres cabezas que vigila las puertas del Hades, el inframundo. Su tarea es impedir que los muertos escapen y que los vivos ingresen al reino de los muertos. Frecuentemente representado con serpientes en lugar de melena y cola, Cerbero es el guardián supremo del más allá.
La presencia de una imagen de Cerbero en la entrada de la tumba subraya su papel simbólico como protector de las almas y guardián de los difuntos, reflejando la creencia en la necesidad de una protección espiritual durante el tránsito hacia el inframundo.