Un estudio dirigido por el escalador y cardiólogo
Thomas Pilgrim ha revelado que uno de cada tres alpinistas sufre latidos cardíacos irregulares durante su ascenso al Everest. La investigación, que incluyó a 41 participantes del estudio
SUMMIT, encontró que 13 de ellos experimentaron arritmias mientras escalaban la montaña más alta del mundo. Sorprendentemente, el
80% de estas arritmias se manifestaron en escaladores que no usaron oxígeno suplementario, desafiando la percepción de que los sherpas son inmunes a estos problemas.
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