Las protestas están siendo espoleadas también por influencers de extrema derecha como el excandidato a la alcaldía de Londres, Laurence Fox, o el exconvicto neonazi Mathew Hankinson
Detrás de los disturbios en Inglaterra está Tommy Robinson, una controvertida figura en el Reino Unido de la ultraderecha, activista antiinmigración y antiislam. Robinson ha estado enviando información considerada falsa a través de X desde que asesinaron a las tres niñas en Southport el 29 de julio.
El día anterior había sido detenido por la policía bajo la ley terrorista emitir un documental prohibido en Reino Unido en uno de sus mítines. Fue puesto en libertad bajo fianza, pero se fugó ese mismo día, el domingo, primero a España y luego a Chipre, desde donde escribe mensajes en redes sociales desde la piscina de un hotel de cinco estrellas.
El viernes escribió: “Si, como yo, estáis hartos de ver otra semana de crímenes y disturbios importados (de los inmigrantes), que se suman a nuestra sociedad rota, marchad con nosotros”. Robinson, de 42 años, respetados y temido a la vez, ha pasado largas temporadas en la cárcel por fraude y por incitación al odio racial. Pidió el Brexit y la macha de todos los inmigrantes y cuando se implementó, se marchó a vivir a España. Es el fundador de la organización antimusulmana y antiimmigración Liga de Defensa Inglesa.
Las protestas, la ira y la violencia están siendo espoleadas por influencers de extrema derecha como el excandidato a la alcaldía de Londres, Laurence Fox, o el exconvicto neonazi, Mathew Hankinson, al que algunos vieron en las protestas de Southport, epicentro de los disturbios. Hankison fue condenado a 6 años de cárcel en 2018 por pertenencia al grupo neonazi Acción Nacional, considerada organización terrorista por la policía y que planeaba el asesinato de una parlamentaria.
La lucha por el control de las redes sociales es prioritaria para el gobierno. El secretario de tecnología se reunió el lunes con representantes de TikTok, Meta, Google y X para recordarles que son responsables “moralmente” de lo que se expresa en sus plataformas. La presión del gobierno originó una guerra de palabras entre Elon Musk, el propietario de X, y el primer ministro, Keir Starmer. Musk escribió en X que “la guerra civil es inevitable en Reino Unido”. Starmer respondió que no permitirá el ataque a los musulmanes. Musk le respondió que debe proteger a todos los británicos.
Este martes fue procesada la primera persona por incitación al odio en X. También se han puesto en marcha los juicios exprés de Starmer. Han comparecido decenas de acusados por disturbios violentos, agresión, racismo, robo. El más joven es un adolescente de 14 años y el mayor, un pensionista de 69.
El fiscal general del estado, Stephen Parkinson, dijo este martes que los cargos de desorden violento acarrean cinco años de cárcel y los de provocación de graves disturbios, diez años. Ha declarado también que están dispuestos a estudiar los delitos de terrorismo y que conoce al menos un caso entre los detenidos. “Cuando hay grupos organizados que planean actividades con el propósito de promover una ideología planeando disturbios realmente, realmente graves, entonces sí, consideraremos los delitos de terrorismo”, sentenció. Mientras tanto, para este miércoles hay convocadas 40 protestas de la extrema derecha.
