Sao Paulo es una urbe caótica, gigantesca, que abruma por el tráfico infernal, distinguida en los barrios ricos, soñadora en las favelas como en la de
Vila Fátima, tan cerca del
aeropuerto de Guarulhos que vibran hasta las paredes cada vez que despega o aterriza un
Boing. La favela no es la más peligrosa del país, tiene sus normas, alejada de los ‘cometeros’ que señalan la llegada de la policía cuando la droga aparece. Ahí creció
Rebeca Andrade, la olímpica con más medallas de la historia de Brasil, la gimnasta que recibió el oro compitiendo con
Simone Biles.Seguir leyendo...