El espectáculo reciente en los
100 metros lisos de
París 2024, con victoria apretadísima del estadounidense
Noah Lyles sobre el jamaicano
Kishane Thompson, por tan solo cinco milésimas, y un 9,79 de marca, destacó en una de las finales más espectaculares y ajustadas que se recuerdan. De hecho, del cuarto al octavo clasificado marcaron registros de récord para una final olímpica. El 9,91 de Oblique Seville, último en cruzar la meta, destaca la calidad de la carrera vivida.
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