Apoteosis en el Estadio de Francia: Armand Duplantis voló por encima de la barra de 6,25 metros para batir su récord del mundo del salto con garrocha, poco después de asegurarse su segundo oro olímpico seguido.
El sueco se convirtió en el protagonista absoluto de la velada en el atletismo de París 2024, en una jornada donde se coronó ya desde que fue el único en saltar la barra de 6 metros y relegó al estadounidense Sam Kendricks (5,95 m) a la plata y al griego Emmanouil Karalis (5,90 m) al bronce.
Atacó luego la de 6,10 metros para batir, a la primera, el récord olímpico, antes de un final de fiesta perfecto, frente a la barra de 6,25 m, que derribó dos veces antes de volar por encima de ella en el tercer y último intento.
“¿Qué puedo decir? He roto el récord del mundo en unos Juegos Olímpicos, es lo máximo para un garrochista. Batir el récord del mundo en unos Juegos Olímpicos es el sueño que tenía de niño y he sido capaz de conseguirlo ante la mayor multitud de gente frente a la que he competido”, celebró el héroe del día.
En total son nueve las veces que el sueco Duplantis ha batido el récord del mundo. La primera ocasión fue en febrero de 2020.
Tres oros mundiales, tres oros europeos, ahora dos olímpicos, victorias repetidas en las principales reuniones... A sus 24 años, Duplantis lleva años compitiendo únicamente contra sus propios límites.
Mientras, su padre y entrenador Greg vaticina que la madurez de su hijo no ha llegado y podría acercarse a 6,40. Sistemas de inteligencia artificial elevan incluso las perspectivas hasta 6,51 metros, algo que hace sonreír al propio ‘Mondo’.
Por el momento, el garrochista de Louisiana, que compite con el país de su madre Helena, mejoró el récord apenas tres meses y medio después de haber fijado la anterior plusmarca, el pasado abril con 6,24 metros en China.
El otro gran desafío del día lo tenía Sifan Hassan, que ya no podrá emular a Emil Zatopek, el mítico atleta checo que se coronó en Helsinki 1952 en 5.000, 10.000 y maratón, las tres pruebas en las que está inscrita la neerlandesa.
En la final de 5.000 metros, donde defendía el título olímpico, Hassan tuvo que conformarse con el bronce (14:30.61).
La keniana Beatrice Chebet (14:28.56) fue la campeona y su compatriota Faith Kipyegon fue plata finalmente. Había sido segunda pero se vio descalificada en un primer momento, antes de que un recurso le permitiera recuperar el segundo lugar.
Otras dos mujeres se coronaron en las finales del día en el Estadio de Francia, la británica Keely Hodgkinson en los 800 metros (1:56.72) y la estadounidense Valarie Allman (69,50 metros) en el lanzamiento de disco, donde defendía el título logrado hace tres años en Tokio.