La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó ayer que el pasado 22 de julio se convirtió en el día más caluroso en la Tierra desde que se tienen registros, alcanzando un nuevo récord de temperatura media a nivel global de 17,16 grados Celsius. «Acabamos de tener el día más cálido en la historia reciente, que fue el 22 de julio, y el 23 de julio estuvo también muy cerca en términos de temperatura a nivel mundial», sostuvo Álvaro Silva, experto en clima de la organización.
Silva subrayó que, si bien el cambio climático inducido por el hombre es el principal factor que está contribuyendo a esta situación, otra variable importante que condujo a este pico de temperatura fue la reciente ola de calor en la Antártida, la segunda en los últimos dos años.
El continente antártico se enfrenta también a una disminución récord de la capa de hielo con respecto al mismo periodo del año pasado.
Las temperaturas durante el mes de julio fueron «especialmente extremas» en todos los países del hemisferio norte, especialmente en regiones como Europa o Asia, de acuerdo a los datos difundidos ayer por la OMM.
Esto hizo que julio fuera el mes más cálido jamás registrado en varios países asiáticos como Baréin, China y Japón, y el segundo más cálido en la India.
El hemisferio norte se encuentra actualmente a la mitad de su verano meteorológico, que finaliza a finales de septiembre, recordó el organismo, que funciona como el brazo científico de Naciones Unidas.
Sin embargo, advirtió que las temperaturas de julio también fueron «inusualmente altas» en el hemisferio sur, que se encuentra en la temporada invernal, superando los 35 grados en el sur de Bolivia, Brasil, así como en partes de Paraguay y Uruguay. Esto representa 10 grados por encima de la temperatura habitual en estas regiones durante esta época del año.
En España, los embalses han perdido en la última semana un 1,8% de su capacidad, aunque siguen un 3,6% por encima de la media de la década. La reserva hídrica se sitúa en la actualidad en 31.067 hectómetros cúbicos (hm3), tras perder 1.000 hm3 en los últimos siete días, mientras que la media en los últimos diez años asciende a 29.976 hm3.
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico recoge que las precipitaciones afectaron de forma considerable a la vertiente Atlántica y han sido escasas en la vertiente Mediterránea. La máxima se ha producido en Lugo con 27,2 l/m2.
Por vertientes, el Cantábrico Oriental se encuentra al 80,8%; el Cantábrico Occidental, al 86,9%; Miño-Sil, al 80,6%; Galicia Costa, al 66,2%; Cuencas internas del País Vasco, al 90,5%; Duero, al 76,3%; Tajo, al 65,7%; Tinto, Odiel y Piedras, al 82,1%; y Ebro, al 61,8%.