Ir a la playa en verano ofrece una oportunidad perfecta para
relajarse y participar en actividades recreativas como nadar y surfear, además
de compartir momentos con amigos y familiares. Las playas en destinos
turísticos permiten explorar pintorescos pueblos costeros, disfrutar de la
gastronomía local y admirar los paisajes marinos. Sin embargo, no todo es sol y
arena en este idílico escenario. A veces, la experiencia puede verse empañada
por la falta de consideración de otros bañistas. La música a todo volumen, la
basura esparcida por la arena y el comportamiento ruidoso pueden convertir un
día de descanso en una jornada de molestias.
Afortunadamente, existen algunas normas que ayudan a
mantener la armonía en la playa. No todos las conocen y respetan, pero es
esencial seguirlas para que todos puedan disfrutar del entorno. Algunas de
estas prohibiciones afectan comportamientos que pueden considerarse normales. Y
algunas de las multas por infringir estas normas pueden ser bastante
considerables.
En varias provincias españolas, se ha implementado una medida para evitar que algunas personas lleguen temprano a la playa y dejen sus pertenencias (como sombrillas o toallas) para reservar un espacio, y luego regresen más tarde cuando la playa ya está llena. Esta práctica está prohibida y puede resultar en multas de hasta 300 euros. En algunas playas de Málaga, Murcia y Valencia, las autoridades pueden incluso retirar las pertenencias sin supervisión y llevarlas a dependencias municipales o a las oficinas de la policía local.
En algunas playas de Benidorm, Murcia y recientemente en Málaga, se ha prohibido jugar a las palas en la orilla del mar para mantener la tranquilidad de los bañistas y evitar que algunas personas ocupen demasiado espacio. Según esta regla, solo se puede jugar a las palas si estás a más de seis metros de la orilla o en zonas específicamente habilitadas para ello. La misma regla se aplica para otros juegos como el fútbol, el voleibol o jugar con una pelota de playa fuera de las áreas designadas.
La Ley 22/1988, conocida como la Ley de Costas, otorga a la Administración Pública la autoridad para establecer la prohibición de fumar en una playa específica. Y cada vez son más los ayuntamientos que se han sumado a esta tendencia, lo que ha generado muchos conflictos con las personas fumadoras. En total, en España ya hay 700 playas sin humo, siendo la provincia de Barcelona la que ha liderado esta iniciativa, extendiendo la prohibición de fumar a todas sus playas. En estas playas, las multas por fumar pueden alcanzar hasta los 700 euros.
La normativa vigente prohíbe escuchar música a alto volumen en las playas, un comportamiento que resulta particularmente molesto para muchos bañistas que buscan tranquilidad. En las playas del levante español, las autoridades están prestando especial atención a esta práctica y han implementado sanciones severas para sus infractores. Las multas pueden alcanzar hasta los 700 euros para aquellos que no cumplan con esta regulación. Además, en ciertos casos, las fuerzas de seguridad tienen la facultad de confiscar los equipos de música utilizados.
Aunque la ley permite que las personas accedan libremente a las playas, muchas autoridades han establecido horarios de apertura y cierre para garantizar la seguridad, mantener las instalaciones y evitar que los jóvenes se reúnan por la noche para consumir alcohol. Una de las actividades que está completamente prohibida es acampar y dormir en la playa. Aunque la Ley de Costas no menciona específicamente esta prohibición, las autoridades son muy estrictas con respecto a esto y pueden imponer multas de hasta 1500 euros, dependiendo de la Comunidad Autónoma.
En las playas españolas, está prohibido consumir bebidas alcohólicas desde 2018. Aunque es común ver a bañistas bebiendo refrescos, agua y especialmente cerveza, no se permite hacerlo en áreas públicas de la playa, excepto en terrazas y zonas específicamente designadas para ello. En 2023, más de 1200 personas fueron multadas por violar esta norma. Las multas por consumir alcohol en la playa pueden llegar hasta los 3000 euros, y las sanciones son aún más severas para quienes reinciden o lo hacen en áreas protegidas.
En ciudades como Marbella y Vigo, las multas para quienes sean sorprendidos orinando en el mar pueden alcanzar hasta los 750 euros. Algunas personas creen que esta medida es excesiva, la realidad es que orinar en el mar no solo es antihigiénico, sino que también afecta la biodiversidad marina. Sin embargo, aún no está claro cómo las autoridades planean controlar y detectar esta conducta.
