Pedro Sánchez afronta uno de sus veranos más convulsos. Hace apenas una semana que el juez Juan Carlos Peinado se desplazó hasta Moncloa para tomarle declaración en calidad de testigo por el caso de presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios que afecta a su mujer, Begoña Gómez.
En el entorno más cercano al presidente se resisten a confirmar los días exactos de vacaciones del jefe del Ejecutivo, por temor al rechazo que pueda provocar en la opinión pública. Argumentan también que se quiere preservar la intimidad de la familia.
La situación judicial del matrimonio Sánchez-Gómez es un agravante para su seguridad. En círculos próximos al líder del PSOE explican que “la crispación, agitada por la derecha política, judicial y mediática, pone en riesgo la seguridad de Sánchez y su esposa”. En parte, argumentan, eso es lo que explica el mutismo sobre el descanso del presidente.
Fuentes con acceso a La Moncloa dan por hecho que Pedro Sánchez se tomará unos días de vacaciones y que elegirá la residencia oficial de La Mareta, como en veranos pasados. Pero este año no ha trascendido plan vacacional alguno del presidente.
Aunque tampoco se descarta que, al igual que el año pasado, cuando viajó a Marruecos, opte por desplazarse con su familia a un destino fuera de España antes de instalarse en Lanzarote.
De hecho, según ha escuchado El Chivato en ámbitos de Presidencia, solo el rey, Felipe VI, conoce en qué lugar fuera del país se encuentra estos días Pedro Sánchez con Begoña Gómez y sus hijas. Es al menos lo que responden en el equipo del jefe del Ejecutivo cuando se pregunta por su paradero.
La última aparición pública de Sánchez fue el pasado miércoles, cuando realizó un balance del curso político en una comparecencia en Moncloa. Un día antes, viajó precisamente a Palma para mantener con el rey el tradicional despacho de verano, esta vez en el Palacio de la Almudaina y no en Marivent, como en años anteriores.
El verano pasado, el presidente del Gobierno desató la polémica por sus vacaciones en Marruecos, solo unos meses después de que saltara el caso Pegasus con el espionaje al móvil del propio Pedro Sánchez, y tras el giro de España sobre el Sáhara
Sánchez, Begoña Gómez y sus dos hijas disfrutaron de una estancia que comenzó en Marrakech y terminó en Tetuán. Se trató de un viaje “estrictamente privado”, según insistió entonces Moncloa, para el que la familia del presidente no utilizó ningún avión del Ejército del Aire, sino que optaron por un vuelo comercial.
