El efecto que pueda tener la reaparición de Carles Puigdemont en el pleno es un interrogante que se despejará el jueves, cuando podría celebrarse la votación de investidura de Salvador Illa. El PSC asume que la sesión puede saltar por los aires si el líder de Junts es detenido. Incluso, cuenta con que ERC se la juegue… solo “unos días”.
Si ese escenario se da -y el expresident ha reiterado que piensa cruzar ya la frontera para asistir a la investidura- pero es arrestado, el president del Parlament, Josep Rull, suspenderá el pleno con el argumento de que hay un diputado al que se le impide desempeñar sus funciones.
Rull, también peso pesado de Junts, ha manifestado que los diputados tienen que ser “intocables”. Y en una entrevista en el diario Ara fue un poco más allá: “Yo defendería los derechos de los diputados. El Parlament tiene que ser el templo del respeto democrático”.
Sin embargo, también ERC y los Comunes suscriben esa respuesta temporal entendiendo que, en aplicación de la amnistía, el dirigente de Junts debería poder volver en libertad y que si no puede hacerlo es por “culpa del Tribunal Supremo”.
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los contactos, la dirección de Esquerra ha comunicado al PSC que no puede quedar como “cómplice” del ingreso en prisión del líder de Junts. Y su decisión será apoyar de inmediato que se posponga el debate de investidura.
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, precisó hace unos días que, si se produce una detención del expresident antes del pleno, el partido reuniría a su dirección para valorar cómo afrontar el escenario.
Hay que recordar que, en las últimas horas, Puigdemont ha acusado a los republicanos de ser responsables de su eventual detención, después de que sus bases apoyaran la investidura de Illa. ERC ha exigido al dirigente de Junts una rectificación y le ha reprochado “azuzar el odio” entre independentistas.
Eso sí, según las fuentes consultadas por ECD, la cúpula de Esquerra ha garantizado a los socialistas que esa suspensión no será ‘sine die’, pero que “necesitan hacer ese gesto hacia el votante más independentista del partido. Les han recordado que un 46% de las bases mostraron el pasado viernes sus recelos sobre el preacuerdo para investir a Illa.
Sin embargo, ERC y el PSC tienen mayoría en la Diputación Permanente si la previsión de Junts es alargar los plazos. No están dispuestos, de hecho, a aplazar el pleno más de una semana. El 26 de agosto es el plazo tope que marca la ley para que el Parlament elija un president de la Generalitat. Si el cargo queda desierto para entonces, se convoca automáticamente la repetición electoral, para el 13 de octubre.
En la cúpula socialista concluyen que el pacto con los republicanos y con los Comunes es lo suficientemente robusto como para no quebrarse y superar las turbulencias que se puedan producir por las movilizaciones independentistas convocadas en los próximos días por la vuelta de Puigdemont.
El compromiso de regreso hecho por Puigdemont se interpreta desde Esquerra, y también desde el PSC, como una maniobra de presión para torpedear la investidura.
