Cerca de 19 acuerdos firmaron los gobiernos de Chile y Brasil en el marco de la visita oficial que realiza el presidente Luiz Inácio Lula da Silva por nuestro país, con el objeto de ampliar las relaciones de cooperación, comercio, inversión e intercambio entre ambas naciones. Un viaje que estaba agendada para mayo, pero que fue cancelado, debido a las inundaciones que afectaron a Rio Grande do Sul.
El presidente brasileño fue recibido con honores por la guardia del Palacio de La Moneda, para entonces hacer un recorrido por la sede de Gobierno en sitios de memoria como la puerta de Morandé 80 y el Salón Blanco, espacio en el que se reconstruyó el despacho del presidente Salvador Allende.
En la oficina presidencial, Boric sostuvo una reunión de carácter privado con el presidente brasileño, donde se esperaba abordaran -entre otros temas- el acontecer regional: la crítica situación en Venezuela tras las elecciones presidenciales de hace más de una semana, donde ambos mandatarios han optado por una posición más cautelosa.
Esto, en contraposición a países como Argentina y Perú que ya han proclamado a Edmundo González, candidato opositor, como presidente electo.
En una declaración conjunta que no consideró preguntas de la prensa, el presidente chileno rehúyo de tocar públicamente la materia y recalcó que “esta visita se trata sobre la relación Chile – Brasil“. Así, sostuvo que sobre otros temas de contingencia nacional e internacional, como la situación de Venezuela, se referirá este martes por la tarde.
Sin embargo, su homólogo de Brasil sí tuvo espacio para enviar un nuevo mensaje: “Hablé de las iniciativas que ha emprendido con Gustavo Petro (Colombia) y López Obrador (México) en el proceso político de Venezuela. El respeto por la soberanía popular es lo que nos mueve para defender la transparencia y resultados. El compromiso con la paz es lo que nos lleva a conclamar a las partes al diálogo y promover el entendimiento entre gobierno y oposición”.
Pese a una primera vocería de la ministra Camila Vallejo que no explicitó que ambos mandatarios hablarán sobre Venezuela, el canciller chileno, Alberto van Klaveren, reconoció -en cuanto al tenor de la reuniones- que “hubo una muy buena química entre ambos presidentes”: “Se habló de todo. Se habló de temas regionales y, por cierto, del tema de Venezuela que está en la prensa. El Presidente mañana va a hablar de la materia, antes de eso no podemos decir nada”.
“Nosotros tenemos una posición bastante clara al respecto, pero el presidente la va a especificar más“, añadió.
Hasta la sede de Gobierno y a eso del mediodía, expresidentes del país llegaron para participar de un almuerzo con la delegación brasileña. Consultada sobre la situación en Venezuela y la posición del Partido Comunista, donde hay voces que respaldan los resultados que dan por ganador a Nicolás Maduro, la exmandataria Michelle Bachellet dijo respaldar plenamente la postura fijada por el Jefe de Estado chileno.
“Desconozco efectivamente cuál es la postura (del PC), ayer escuché a la ministra Jara explicar que habían distintas posturas y que habían distintas opiniones. Yo creo que lo importante es que el Gobierno siga en la misma lógica de asegurar que, ojalá, Venezuela pueda saber los resultados verdaderos“, aseguró.
Tras la cita, el también expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, apuntó a que Venezuela es una “tiranía espantosa o siniestra“. “Eso tenemos que terminarlo, ¿para qué hicieron todo este escándalo internacional? ¿para hacer una elección que se la iban a robar y que ni siquiera después de 10 días han podido presentar los documentos?”, cuestionó.
En ese sentido, el exmandatario abordó la situación del PC y exhortó a tener una línea clara: “Eso no lo entiende nadie. Yo creo que el Presidente ha estado claro en la situación desde el primer momento que pidió que presenten todos los documentos, pero ya han pasado los días y no han presentado ninguno. Si presentan alguno, lo van a inventar o lo van a hacer de nuevo”.
Mientras, en la oposición, el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, calificó como “insuficiente” las peticiones de transparentar las actas y llamó a endurecer el tono con Nicolás Maduro.
“Esta es una prueba para la izquierda latinoamericana, es un test democrático. Hasta ahora hay presidentes que no lo están pasando porque han sido muy tímidos, el silencio de Lula da Silva es realmente preocupante. Yo espero que en esta semana, en que ya queda meridianamente claro que aquí hubo un fraude electoral, la izquierda latinoamericana lo diga con todas sus letras y le quite el piso al dictador Maduro”, zanjó.