Un icónico sitio de Lima, que inicialmente funcionó como estación de tren, fue transformado en un museo, convirtiéndose en uno de los más importantes de Sudamérica. Inaugurado en 1912, no solo fue testigo del auge de la modernización, sino que también desempeñó un papel crucial en la conexión entre el interior del país y la capital.
La estación Desamparados fue originalmente un punto vital de conexión ferroviaria, inaugurada en 1912 para manejar el creciente flujo de pasajeros y mercancías entre la capital y el interior del país. Desde allí partían trenes de pasajeros hacia el balneario de Ancón, el Callao, Chosica, San Bartolomé y toda la sierra central del Perú.
Esta estructura, diseñada por el arquitecto Rafael Marquina, es un testimonio de la arquitectura de principios del siglo XX. Con elementos del neoclasicismo francés, reflejó el auge de la modernización y el progreso técnico en Lima durante esa época.
Además de su importancia práctica como terminal ferroviaria, su diseño arquitectónico aspiraba a ser un monumento destacado en el panorama urbano de Lima. La reconstrucción tras un incendio en 1908 formó parte de un ambicioso proyecto para mejorar la infraestructura de transporte de la ciudad, que incluyó innovaciones como la canalización de ríos y el uso de tecnología avanzada para su época.
Con el paso de los años, este emblemático lugar fue renovado meticulosamente para preservar su arquitectura histórica y se transformó en la Casa de la Literatura Peruana en 2009.
El 24 de abril de 2008, mediante el Decreto Supremo N.° 007-2008, se creó la Casa de la Literatura Peruana (Caslit). Este centro cultural abrió sus puertas el 20 de octubre de 2009 en la antigua Estación Desamparados, transformando el histórico edificio en un espacio multifacético que funciona como museo y centro de actividades literarias.
La Caslit no solo preserva la arquitectura histórica de la estación, sino que también fomenta el intercambio cultural. Ofrece talleres, seminarios y encuentros literarios que atraen tanto a escritores emergentes como a autores consagrados.
La Casa de la Literatura Peruana está estratégicamente ubicada en el Jirón Ancash, junto al Palacio de Gobierno y frente al histórico Bar Cordano, reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación. Esta ubicación facilita el acceso de visitantes y turistas, colocando a la Caslit en un punto central de la actividad cultural del centro histórico de Lima, integrándola plenamente en el tejido urbano y social de la ciudad.
Este museo ofrece una amplia variedad de actividades, que incluyen exposiciones literarias, proyecciones de cine, actividades infantiles, funciones de teatro, recitales de poesía, lecturas animadas, espectáculos musicales, conferencias, congresos, seminarios y préstamo de libros para lectura en sala, entre otros.
