Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvo conversaciones con su equipo de seguridad nacional el lunes, mientras aumentan los temores de un ataque de represalia iraní contra Israel que podría escalar el conflicto en Oriente Medio.
La reunión incluyó a destacados funcionarios, como la vicepresidenta y nueva candidata presidencial demócrata, Kamala Harris. La Casa Blanca informó que se discutirían los acontecimientos en Oriente Medio.
Biden, de 81 años, regresó a la Casa Blanca tras pasar el fin de semana en su residencia de Wilmington, Delaware. Se dirigió directamente a la Oficina Oval sin hacer comentarios a los periodistas.
El presidente y el secretario de Estado, Antony Blinken, estuvieron inmersos en una intensa actividad diplomática para tratar de calmar las tensiones provocadas por el reciente asesinato del líder político del grupo islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, atribuido a Israel.
Antes, Biden llamó al rey de Jordania, Abdulá II, mientras que Blinken contactó al primer ministro de Qatar y al ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, actores clave en las negociaciones de un alto el fuego en Gaza entre Israel, principal aliado estadounidense en la región, y Hamás.
“Es importante que todas las partes tomen medidas en los próximos días para evitar una escalada y calmar las tensiones”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, al describir las llamadas de Blinken con funcionarios de la región.
Mientras tanto, Biden y el rey jordano “discutieron sus esfuerzos para reducir las tensiones regionales, incluyendo un alto el fuego inmediato y un acuerdo de liberación de rehenes” israelíes en manos de Hamás, indicó la Casa Blanca en un comunicado sobre la llamada.
Las esperanzas de un alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza sufrieron un duro golpe con el asesinato de Haniyeh y el comandante militar de Hezbolá, Fuad Shukr, en Beirut horas antes. Irán y los grupos islamistas señalaron a Israel por los ataques y prometen actos de represalia.
