Las traiciones, al igual que los traidores y las monedas, sobre todo las de plata, tienen más de una cara. Es una disciplina peculiar la de la deslealtad, hay verdaderos portentos en la materia, con fines idénticos, pero con distintos estilos, que elevan a la categoría de especialidad la mentira y la sinvergonzonería. Paralelamente a los Juegos Olímpicos de París, ha comenzado en Andalucía una disputada competición entre la delegación socialista para ver quién se consigue subir en el podio de la indignidad. Durante estos días hemos asistido a un recital protagonizado por auténticos maestros del engaño, atletas profesionales del politiqueo servil y chanchullero que tras entrenar muy duro estos últimos años han llegado en un estado de forma inmejorable...
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