El Museo del Louvre y el Grand Palais, entre otros cuarenta de museos nacionales, han sido víctimas de un ciberataque que no ha afectado a los sistemas informáticos de los Juegos Olímpicos (JJ.OO.), pero ha perturbado gravemente el funcionamiento de las instituciones museísticas y culturales francesas. La madrugada del 3 al 4 de agosto, el director de los servicios informáticos del Grand Palais observó una «sospechosa actividad inhabitual» . Lanzó una alarma generalizada, con cierta «discreción», para no provocar una crisis o alarma global, cuando los JJ.OO. sigue su frenético espectáculo mundial. Con la misma discreción, la brigada de lucha contra la cibercriminalidad (BL2C) inició una investigación de extrema urgencia, constatando que, en efecto, una treintena de museos nacionales fueron víctimas, durante el fin de semana, de varios ataques simultáneos, que los jueces que han comenzado a instruir el caso definen de este modo: « Atentados y robo de varios sistemas de tratamiento automatizado de datos , extorsión en banda organizada, asociación de malhechores organizada con el fin de cometer delitos castigados don duras penas de cárcel». Según las primeras filtraciones oficiosas, el ciberataque contra el Louvre y el Grand Palais es un caso clásico de criminalidad «ransomware»: «Secuestro de datos informáticos con fines crapulosos» . Los cibercriminales se apoderan de fatos informáticos sensibles, y, a continuación, exigen sumas importantes de dinero, en criptomonedas, para «liberar» o «devolver» los datos «secuestrados». Si sus demandas no se cumplen, los cibercriminales amenazan con destruir o hacer públicos millares de datos confidenciales , sensibles o presuntamente confidenciales. A la hora de escribir esta crónica de urgencia, el Ministerio del Interior prefería guardar un prudente silencio sobre el alcance real de los datos e informaciones secuestrados en los grandes museos nacionales. Por el contrario, las fuentes oficiales insisten en que «el ciberataque contra los grandes museos nacionales es un incidente que no afecta en nada a los JJ.OO. ».
