Considera que colocar a Cataluña fuera del régimen común es "un paso hacia la independencia gradual en la que está embarcada ERC"
El que fuera, precisamente, ministro de Administraciones Públicas en el primer Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, Jordi Sevilla, ha rechazado con dureza el cupo catalán que prevé entregar el PSOE a Cataluña como parte del acuerdo de su federación catalana con ERC para hacer president a Salvador Illa.
En un reciente artículo publicado en Agenda Pública, Sevilla ha señalado que el concierto catalán supone ceder a "todo lo negado por el PSOE en los últimos cuarenta años", pero también, afirmó, lo que ha descartado "el propio Gobierno hasta hace unos días".
El veterano dirigente socialista quiso alertar del radical giro en su postura respecto a la financiación autonómica que ha experimentado su partido con Pedro Sánchez. En sus palabras, el pacto con los republicanos constituye una "ruptura total" con lo que se ha ido aprobando en los Congresos de la formación.
Especialmente, recordó, con la "famosa" Declaración de Granada en la que los socialistas en 2013 -y refrendado ya con el actual líder en 2017- se comprometieron a trabajar por un modelo de financiación para las comunidades que fuera igualitario, se basase en la solidaridad y acabase para ello con los privilegios para algunas regiones.
Para el también expresidente de Red Eléctrica lo más negativo es que se acceda a sacar a Cataluña del régimen común para sacar adelante "una investidura débil y maniatada", en alusión a la de Illa, con el consecuente "coste político que se paga al hacerlo".
Defendió, en este sentido, que para lo que servirá es para "reforzar al independentismo" justamente en el momento en el que "peor lo tiene en las urnas" ya que "convierte sus derrotas electoral en victorias políticas".
Lo cierto es que, como refiere, en las últimas catalanas del 12M fue la primera vez desde el inicio del "procés" que las fuerzas independentistas no obtuvieron la mayoría absoluta al bajar en diputados y votos tanto los de Junqueras como la CUP.
Ante tal giro de 180 grados en el ideario tradicional de Ferraz, confiesa en el artículo que no es viable confiar en las palabras con las que aún en la dirección actual de la formación rechazan la celebración de una consulta de autodeterminación para la región catalana.
"¿Cómo creernos, después de esto, que no habrá un referéndum de independencia en Cataluña? ¿de qué sirve lo dicho por los responsables socialistas si se lo lleva el viento y escasas explicaciones se han dado? ", expone, entre el lamento y la censura, Sevilla.
De hecho, el exministro de Zapatero llega a mostrarse convencido de que la concesión del concierto económico es "un paso hacia la independencia gradual y por etapas" por la que trabajan en Esquerra "tras el fracaso del 'procés' y el posterior rechazo de los catalanes al mismo".
En definitiva, sentencia Sevilla, que formó parte en 2016 del equipo negociador del PSOE con el resto de fuerzas políticas para tratar de hacer presidente a Sánchez, que la promesa de renovar el discurso del socialismo español "no era esto".
