Gonzalo Peillat , argentino de Buenos Aires, eliminó el domingo a Argentina en el torneo de hockey masculino de París 2024 . Peillat, especialista en embocar la bola desde el penalti-córner, largó un disparo contundente que contribuyó al triunfo ajustado (3-2) de su nueva selección, Alemania, y acabó con las esperanzas del combinado albiceleste, que dijo adiós a la competición. Peillat no marcó el gol y se fue discretamente, sino que lo celebró con el entusiasmo de las ocasiones señaladas. Gonzalo hizo el avioncito en el estadio Yves-du-Manoir y Argentina entera (o buena parte de Argentina) empezó a llamarlo traidor, vendepatrias y cosas peores , con ese talento afilado que tienen los argentinos para el insulto. Peillat, en lugar de acobardarse, les replicó a lo Maradona: «Que la chupen, que la sigan chupando». Al contrario que en el fútbol, en el hockey no importa que uno haya jugado con una selección para hacerlo con otra , si cambia de nacionalidad. Gonzalo Peillat era un miembro muy destacado de Los Leones -nombre popular del combinado de hockey albiceleste- que logró el oro olímpico en los Juegos de Río, una de las gestas más recordadas del equipo. En su currículum figuran la friolera de 153 partidos internacionales con Argentina y 176 goles. Le llamaban «el rey del córner corto». Pero un día cambió de país y se hizo alemán. No actúo así porque se volviera súbitamente rubio, amante de la cerveza y hubiera aprendido a pronunciar treinta consonantes a la vez, sino porque estaba harto de cómo funcionaba la federación argentina . Jugador del Mannheimer de la Bundesliga, obtuvo la nacionalidad en 2020 y se mostró dispuesto a formar parte de la selección alemana, que lo recibió con los brazos abiertos. La actitud retadora de Peillat promete darle incluso disgustos familiares. El día del partido, nada sutilmente, su cuñado, Thomas Habif, que también juega al hockey en Alemania, publicó en Instagram una foto suya con la zamarra albiceleste y la leyenda: «la camiseta más linda». Durante el partido, cuando el argentino Marco Casella marcó un gol, se cruzó a propósito con el alemán de Buenos Aires para besarse delante de él el escudo con pasión porteña. El terremoto ha sido notable en Argentina, nación propicia a los incendios patrióticos . Su antiguo entrenador, Cachito Vigil, impulsor del hockey en el país andino, salió a lamentarlo entre lágrimas: «Después de gritar tantos goles de Gonza y ahora verlo con el gol alemán... ¡Tengo un nudo en la garganta!». Alemania sigue adelante en el torneo y jugará la semifinal contra la India. La otra plaza en el partido definitivo se la disputan este martes España y Países Bajos . Si la selección germana alza el trofeo, Gonzalo Peillat se convertirá en un caso con pocos precedentes, al ganar el oro olímpico con dos banderas distintas sin que haya mediado guerra o convulsión geopolítica alguna. A cambio, eso sí, no podrá regresar a Argentina ni de vacaciones durante un buen tiempo.
