El índice de referencia Nikkei 225 de Japón se desplomó un 12.4 por ciento este lunes en medio de una ola de ventas desatada por los temores acerca de la economía de Estados Unidos.
El Nikkei cerró con pérdidas de 4.451,28 puntos, a 31.458,42. El índice más amplio TOPIX también cayó un 12.8 por ciento tras un repunte de las ventas por la tarde.
Un reporte que mostraba que las contrataciones de empleadores de Estados Unidos habían bajado el mes pasado mucho más de lo previsto ha convulsionado los mercados financieros, evaporando la euforia que había llevado al Nikkei a máximos históricos de más de 42 mil puntos en las últimas semanas.
El Nikkei 225 cayó un 5.8 por ciento el viernes y se dirigía a su peor caída de dos días en la historia. La peor caída del Nikkei en un solo día fue un desplome de 3.836 puntos, el 14.9 por ciento, en un día apodado “Lunes negro” en octubre de 1987.
Los precios de las acciones han descendido en Tokio desde que el Banco de Japón subió su tasa de interés de referencia el miércoles. Ahora el índice se ubica en aproximadamente el nivel que tenía antes de que empezara el año.
Un factor que llevó al banco central a subir las tasas fue la prolongada debilidad del yen japonés, que ha impulsado la inflación por encima del objetivo de inflación del 2 por ciento del banco.
El dólar cotizaba el lunes por la mañana a 142.39 yenes, por debajo de los 146.45 del viernes por la tarde y a gran distancia de los más de 160 yenes de hace unas pocas semanas. El euro cayó a 1,0896 dólares, respecto los 1,0923 dólares.
Las acciones habían alcanzado cotas estratosféricas este año por el frenesí de compras en empresas que se espera prosperen gracias a los avances en inteligencia artificial.
El último revés en golpear los mercados asestó un golpe a fabricantes de procesadores para computadoras como Samsung Electronics y otros títulos tecnológicos. El índice surcoreano Kospi cayó el lunes un 9.3 por ciento y las acciones de Samsung perdieron un 11.6 por ciento.
El índice taiwanés Taiex se desplomó un 8.4 por ciento y Taiwan Semiconductor Manufacturing, el mayor fabricante de chips del mundo, perdió un 9.8 por ciento.
Las acciones se desplomaron el viernes tras un dato de empleo más débil de lo esperado, que avivó los temores a que la economía estadounidense pueda estar cediendo bajo el peso de altas tasas de interés que pretendían contener la inflación.
El futuro de los títulos del S&P 500 era el lunes por la mañana un 1.5 por ciento más bajo, y el del Dow Jones Industrial Average perdía un 0.7 por ciento.
“Por decirlo suavemente, el pico de volatilidad por volatilidad es un espectáculo que subraya lo nerviosos que se han vuelto los mercados”, dijo Stephen Innes, de SPI Asset Management, en un comentario.
“Ahora la pregunta real es: ¿puede el típico reflejo del mercado de vender la volatilidad o comprar la caída del mercado prevalecer sobre la arraigada ansiedad que ha traído este repentino y brusco miedo a la recesión?”.
El VIX, un índice que mide la preocupación de los inversionistas sobre próximos descensos del S&P 500, caía un 26 por ciento este lunes. El Bitcoin, que recientemente había rozado los 70 mil dólares, cayó un 14 por ciento, en 54.155,00 dólares.
Los precios del crudo apenas cambiaron. El crudo de referencia estadounidense ganó 9 centavos, a 73,61 dólares por barril, mientras que el Brent se mantuvo a 76,81 dólares por barril.
Los inversionistas estarán atentos a los datos del sector servicios estadounidense que publicará más tarde el lunes el Instituto de Gestión de Suministros de Estados Unidos (ISM por sus siglas en inglés), y que podrían ayudar a determinar si el aluvión de ventas en todo el mundo es una reacción exagerada, indicó en un reporte Yeap Jun Rong, de IG.
Los reparos por la debilidad de la economía estadounidense y los mercados volátiles se han hecho notar en todo el mundo, a pesar de que la economía estadounidense sigue creciendo y la recesión está lejos de estar garantizada.