El derrumbe de los mercados globales tiene un impacto macroeconómico en la Argentina. La soja, la principal commodity que exporta Argentina, está sufriendo el impacto de la volatilidad global. El precio internacional de la tonelada cayó este lunes a u$s 375.
Esa caída pone más presión sobre las reservas del Banco Central, que depende de los agrodólares para engrosar sus arcas. El viernes las reservas internacionales brutas cerraron en u$s 27.569. En agosto el Gobierno espera revertir dos meses, junio y julio, con saldos netos vendedores de divisas.
"Tormenta perfecta: a la debilidad de la soja y el real brasilero ahora se agrega la turbulencia en los mercados globales por temores a una recesión en Estados Unidos", dijo Roberto Geretto, de Fundcorp.
"Todo esto promete agregarle presión a la brecha y riesgo país", agregó el analista.
"La estacionalidad del mercado cambiario en el segundo semestre requerirá que el Gobierno acelere el financiamiento externo para crear un 'colchón' financiero para implementar nuevas medidas hacia la salida del cepo", señaló, por su parte, Delphos Investment.
En septiembre se espera que el Gobierno baje el impuesto PAIS, según prometió el ministro de Economía Luis Caputo. A fin de año, en tanto, ese tributo sería eliminado, lo que significaría una pérdida de recursos equivalente al 1,5% del PIB, estimó la consultora Inveqc.