Ultraderechistas enmascarados en Inglaterra han asaltado este domingo un hotel en la ciudad de Rotherham, en el norte del país, inmueble utilizado para dar acogida a inmigrantes en una nueva jornada de disturbios y protestas contra la inmigración. El primer ministro dirigirá la reunión de Cobra de emergencia después de que los alborotadores tomaran las calles en Bolton, Middlesbrough y Rotherham en un fin de semana de violencia que ha dejado más de 150 detenidos en las últimas horas.
Los manifestantes concentrados frente al hotel Holiday Inn han roto las ventanas del edificio y han prendido fuego a enseres en una de sus fachadas a pesar de la presencia policial, según recogen los medios británicos. Los participantes también han lanzado objetos a los agentes, incluidas sillas, y se han difundido imágenes de un policía siendo atendido dentro del hotel.
Finalmente los asistentes han logrado irrumpir en el edificio y se ha confirmado que hay al menos diez agentes lesionados como consecuencia de los enfrentamientos. No hay noticia de solicitantes de asilo o trabajadores lesionados. Tras entrar en el inmueble intentaron sin éxito prender fuego al hotel. Ademas bloquearon la entrada del hotel utilizando contendores de basura, que finalmente los antidisturbios lograron retirar.
En Bolton, grupos musulmanes que gritaban “Allahu Akbar” se enfrentaron con alborotadores de extrema derecha. En Middlesbrough, un turba de hombre enfurecidos gritó “no hay ningún negro en la Union Jack” mientras atacaban las casas de los inmigrantes. Imágenes en las redes sociales muestran otras partes de la ciudad con hombres asiáticos atacando a hombres blancos.
Una comisaria de policía ha sugerido estos días que la “inmigración masiva y descontrolada” es una de las razones detrás de los disturbios que se han extendido por todo el Reino Unido. Donna Jones aseguró que arrestar a personas por desorden es "tratar el síntoma y no la causa" del malestar civil, en un comentario que fue criticado como "divisivo".
El Gobierno británico ha decidido ofrecer mayor protección a las mezquitas en el Reino Unido en virtud de una medida de "respuesta rápida" por la violencia que estalló en varias ciudades del país este fin de semana, informó este domingo el ministerio de Interior.
La medida está pensada para abordar lo más rápido posible la amenaza de nuevos ataques contra templos musulmanes, que empezaron como respuesta al asesinato con arma blanca de tres niñas en un centro de ocio en Southport, en el noroeste inglés, el 29 de julio.
En la violencia de este fin de semana, más de 170 personas fueron arrestadas después de que los agentes fueran atacados con piedras, botellas, latas de cerveza, cubos de basura o sillas.
En la localidad de Rotherham, en el norte de Inglaterra, un grupo de manifestantes, algunos enmascarados y envueltos con la bandera de Inglaterra, atacaron hoy un hotel que alberga a solicitantes de asilo y también a los agentes que trataban de controlar el desorden.
La planta baja del hotel fue incendiada cuando algunos alborotadores consiguieron romper el cordón policial y accedieron al edificio mientras que un helicóptero de la policía sobrevolaba el lugar.
En tanto, algunos manifestantes en Middlesbrough, en el noreste de Inglaterra, destrozaron ventanas de casas y coches y arrojaron otros objetos al tiempo que se escuchaban insultos racistas.
Estos incidentes siguieron a escenas similares de disturbios vistas este fin de semana en ciudades británicas como Southport, Belfast, Hartlepool, Hull, Liverpool, Stoke-on-Trent, Nottingham, Sunderland, todas como reacción al ataque de Southport.
El agresor de las niñas de Southport, Axel Rudakubana, de 17 años, nacido en Gales de padres ruandeses, ha sido acusado del asesinato de las pequeñas e intento de asesinato de otras diez personas.
Los grupos de ultraderecha respondieron a información falsa divulgada a través de las redes sociales que afirmaba que Rudakubana era solicitante de asilo que había cruzado en patera el Canal de la Mancha -entre Inglaterra y Francia-.