Una hierba que es cultivada en Sudamérica es utilizada en diversas culturas gastronómicas por su sabor y aroma. Su contribución es beneficiosa en la salud y cura infecciones y enfermedades del aparato digestivo. Además, puede ser utilizada también como planta decorativa para crear un césped de manzanilla fragante.
Esta infusión relajante se debe tomar horas previas al almuerzo o cena. Cabe recalcar que esta planta fue usada por los romanos, como un instrumento medicinal desde la Edad Media. Su cultivo europeo también se efectuó en países como Inglaterra durante el siglo XVI.
El portal Web MD destaca en la planta del laurel algunas propiedades que podrían contrarrestar los síntomas generados por enfermedades respiratorias y estomacales. Por otro lado, el sitio web Medical News señala que la manzanilla es fundamental para aliviar los malestares como el resfriado, dolor de garganta y la aparición de mucosa nasal de manera frecuente. Sin duda, la combinación de la manzanilla y el laurel generan un gran ambiente de paz y tranquilidad a quienes lo consumen.
Según un estudio publicado en la revista científica Food Chemistry, esta planta evita la acidez y la formación de gases por las sustancias que contiene. Además, presenta propiedades bactericidas, antisépticas, expectorantes y antiinflamatorios. Este informe puntualiza que esta hierba es recomendada para reducir el ácido úrico.
La manzanilla tiene diversas propiedades a través del extracto de la flor que posee, y es recomendable utilizar cuando aparecen calambres en el cuerpo y dolores gastrointestinales. Los efectos antiespasmódicos, antiulcerosos y carminativos producen una mejoría minutos después de haber consumido este producto. Este maravilloso vegetal también es de gran aporte para algunas enfermedades. AQUÍ te contamos más detalles:
El té de manzanilla se cultiva en países europeos como España, Turquía y Hungría; naciones africanas como Egipto y países sudamericanos como Perú y Argentina. Esta medicina tradicional es una planta anual, herbácea, glabra, muy ramificada, que puede alcanzar hasta 60 cm de altura. En nuestro país, por ejemplo, esta mágica planta se siembra con mayor continuidad en regiones como Junín (Tarma), Lambayeque (Ferreñafe) y Apurímac (Andahuaylas).
