Sin publicar las actas, la autoridad electoral venezolana volvió a ratificar a Nicolás Maduro como presidente. Mientras, el Supremo revisará los resultados. En este contexto, la población salió a las calles en manifestaciones masivas en varios puntos del país, tanto a favor de Maduro como de Edmundo González, candidato opositor
México, Brasil y Colombia buscan una salida pacífica a la crisis con Venezuela al margen de la OEA y EEUU
Casi una semana después de los comicios, oposición y chavismo convocaron a la ciudadanía a concentraciones para defender los resultados que, respectivamente, consideran como válidos. Miles de personas salieron a la calles. Tanto la manifestación convocada por la oposición como la “madre de las marchas” de Nicolás Maduro reunió a decenas de miles de personas que recorrieron las calles de capital y de varias ciudades venezolanas mostrando la profunda división de la población.
En uno de los actos tras su proclamación como presidente, Maduro convocó a la población a la “madre de las marchas”. Esta concentración, para la que también anunció un “concierto por la paz”, estaba programada para la tarde del sábado, aunque desde la mañana pudieron verse a personas motorizadas que salieron a las calles de varias ciudades en apoyo al mandatario chavista.
Según reportaron medios venezolanos, uno de estos grupos se reunió en la ciudad de Cumaná, en el estado de Sucre, y tiraron gases lacrimógenos contra la población que también se manifestaba a favor de la oposición.
A primera hora de la tarde, otro grupo de cientos de personas comenzó a recorrer las calles de Caracas en moto y a pie, en dirección al Palacio de Miraflores, en una marcha que, pasadas las cinco de la tarde, Maduro aseguró que ocupaba “más de ocho kilómetros”
“Puedo decir ahora, que Venezuela está en paz. Nadie podrá imponer escenarios de violencia. Habrá una emboscada y a cada emboscada habrá una respuesta. Nadie impondrá escenarios golpistas”, dijo el mandatario ante la población.
“Algunos creyeron sin ver. Les dije: la extrema derecha son el odio, la violencia, la venganza, el intervencionismo extranjero y la guerra”, sentenció, para reiterar después lo que ya ha mencionado en otros de sus discursos: que las personas capturadas tras las protestas fueron pagadas por la oposición y fueron entrenadas “en Texas, Perú y Chile”.
Según aseguró, todo esto fue confirmado por los mismos detenidos. Las familias de los detenidos han denunciado que las audiencias se realizan telemáticamente y que las personas no han tenido derecho de elegir a su defensa.
Maduro también hizo referencia al supuesto hackeo que el CNE denunció el domingo y a causa del cual la autoridad electoral mantiene que el conteo de votos se demoró durante horas.
El Centro Carter, cuya misión de observación electoral declaró esta semana que las elecciones venezolanas no pueden considerarse democráticas, aseguró que no hay evidencia de este hackeo.
En otro punto de la capital caraqueña la ciudadanía empapeló las paredes con copias de las actas y acompañó la caravana en la que miembros de la oposición llegaron al acto. “Sabemos lo que tenemos que hacer y lo estamos haciendo bien”, dijo La líder opositora de derechas María Corina Machado, que reapareció en público junto al candidato de la oposición a la presidencia Edmundo González Urrutia, después de que esta semana la líder asegurara que temía por su vida y por ello se encontraba en la clandestinidad.
Varios representantes del oficialismo, entre ellos el propio Maduro, han amenazado con prisión a Machado y a González Urrutia. “Yo no acepto que nos planteen un chantaje que iguala a víctimas con victimarios”, expresó la líder de la oposición.
“No tenemos miedo”, gritaron las personas que se concentraron en el lugar, en referencia a estas amenazas y a la represión que el oficialismo ha ejercido esta semana en contra de manifestantes.
En otros países también se realizaron protestas en contra de los resultados oficiales. En Madrid, Buenos Aires, Bogotá, Bruselas o Berlín decenas de personas se reunieron para rechazar la reelección de Maduro.
Poco después de comenzar la manifestación en Caracas, el comando de campaña de Machado denunció en redes sociales que fuerzas de seguridad estatales habían intentado secuestrar el camión de sonido que se utilizó en el acto.
Medios venezolanos también registraron la presencia de funcionarios policiales en una de las avenidas de Caracas a la misma hora que estaba convocada la concentración opositora.
La autoridad electoral venezolana volvió a confirmar lo que ya había proclamado: que Nicolás Maduro, según las cifras oficiales, fue reelegido como presidente. Cinco días después de las elecciones del 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) aseguró este viernes que Maduro obtuvo el 51,95% de los votos, frente al 43,18% de Edmundo González Urrutia, el principal candidato opositor, de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Tras este anuncio, y a partir de un recurso planteado por Maduro, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) citó a los candidatos, en un primer paso para certificar el resultado electoral. Caryslia Rodríguez, presidenta del TSJ, un órgano señalado de ser afín al oficialismo, leyó este viernes el acuerdo para que los partidos se comprometieran a acatar sus resoluciones relacionadas con el proceso electoral y a entregar sus actas.
Sólo hubo una ausencia en el acto: la de González Urrutia. La cámara de la transmisión oficial enfocó varias veces al asiento vacío con su nombre, reservado a la derecha de Maduro. Todos los presentes firmaron el documento, a excepción de Enrique Márquez, quien afirmó que la audiencia se celebró “sin ninguna transparencia”.
El CNE actualizó los datos de los resultados en un segundo boletín, pero continúa sin hacer público algo que la comunidad internacional le ha demandado: el dato desglosado mesa a mesa y la publicación de actas. Esto, han expuesto varios países, ayudaría a dar sustento a la versión oficialista.
La oposición, por su parte, ha publicado esta información en un sitio web que, aseguran, no deja de sufrir ataques. Según sus datos, González Urrutia es quien fue elegido por el electorado, con el 67% de los votos.
El anuncio del CNE contrasta con la decisión de Argentina, Uruguay, Ecuador, Perú, Panamá y Costa Rica, que se sumaron este viernes a Estados Unidos y ya reconocen a González Urrutia como el presidente electo.
El lunes, un día después de las elecciones, una parte de la ciudadanía salió a las calles para protestar contra los resultados que hizo públicos el CNE. Los manifestantes tiraron estatuas de Hugo Chávez y de otros representantes del chavismo, quemaron cuadros del exmandatario y arrancaron los enormes carteles de la propaganda de Nicolás Maduro, que acabaron arrastrados y pisoteados en el suelo.
Las fuerzas policiales y militares del oficialismo no tardaron en reprimir estas protestas. El propio Maduro aseguraba esta semana que habían detenido a 1.200 y que iban a ir “por mil más”. La tarde de este sábado, el presidente subió la cifra de detenidos a 2.000. “No va a haber perdón”, dijo el mandatario, “esta vez va a haber Tocorón”, añadió, en referencia al Centro Penitenciario de Aragua, una de las cárceles de máxima seguridad con las que cuenta el país.
La organización venezolana Foro Penal, que se ha dedicado a hacer un registro que actualiza diariamente, contaba 939 personas capturadas (de las cuales 90 eran adolescentes) y 11 fallecidos el viernes por la tarde. La alianza de medios Vota Venezuela lleva un recuento de 20 personas asesinadas durante las protestas. Según aseguraron a este medio periodistas y miembros de la sociedad civil, las calles de Venezuela se militarizaron desde entonces. Los comercios, supermercados y farmacias comenzaron a abrir unas horas y el clima se volvió tenso.
Países de la región se pronunciaron esta semana en contra de la represión del gobierno y organizaciones internacionales exigieron que se garantizara el derecho a la protesta.
Amnistía Internacional, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, la Comisión Internacional de Juristas y la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), entre otras agrupaciones, llamaron a la comunidad internacional a mantenerse alerta ante posibles violaciones de derechos humanos.