La millonaria herencia de Nicolas Puech, descendiente de la familia Hermès, está en peligro después de que un juzgado suizo rechazara su acusación de fraude contra su antiguo asesor financiero. Puech afirma haber perdido 12.000 millones de euros, por lo que el sueño de dejarle su fortuna a su jardinero se desvanece.
A finales del año pasado, Puech había iniciado los trámites para adoptar a su jardinero, con la intención de transferirle una parte significativa de su patrimonio. Esta acción, que habría generado un gran impacto en la prestigiosa firma, contemplaba una herencia de al menos la mitad de sus 12.000 millones de euros.
La fortuna de 12.000 millones de euros del octogenario Nicolas Puech ha quedado en el limbo. Un juzgado suizo desestimó su denuncia contra su ex asesor financiero, Eric Freymond, por un supuesto "fraude gigantesco", que resultó en la desaparición de 6 millones de acciones de Hermès. Puech había acusado a Freymond de ser el responsable de esta pérdida y alegó que ya no posee dichas acciones, de acuerdo con lo que informó Bloomberg.
Este mes de agosto de 2024, los abogados de Puech informaron al juzgado de Ginebra que su cliente ya no es propietario de las acciones y acusaron a Freymond de su desaparición. Desde 1998, Freymond había gestionado las riquezas de Puech con total libertad, con acceso a sus cuentas bancarias y documentos firmados en blanco hasta octubre de 2022, lo que coincidía con la decisión de Puech de cambiar su testamento.
El juzgado desestimó las acusaciones de Puech por falta de evidencia y señaló que el supuesto fraude era "indetectable a simples mortales". Puech afirmó que no se le informó sobre los movimientos de sus acciones.
Sin embargo, el magistrado destacó que la "confianza ciega" otorgada al asesor no indicaba deshonestidad por parte de Freymond. "No es claro quién impidió que el demandante se interesara por la evolución de su patrimonio", apuntó el juzgado.
La denuncia de Puech no logró convencer al tribunal y el paradero de las acciones sigue siendo un misterio. La falta de información concreta y la ciega confianza en su asesor complicaron el caso, además de dejar sin resolver la ubicación de la fortuna que Puech planeaba legar a su jardinero.
La situación se complica aún más con la posible implicación de Bernard Arnault, fundador de LVMH. Según la documentación presentada, Freymond comenzó a vender parte de las acciones de Puech en 2001, con la mayoría de las transacciones ocurriendo en los dos años previos a octubre de 2010. Estas ventas generaron 53 millones de euros y coincidieron con la entrada de LVMH en Hermès, adquiriendo el 23% de sus acciones.
La entrada de Arnault marcó un cambio significativo en la relación de Puech con su familia. Mientras que otros miembros de la familia unificaron sus participaciones en un holding, Puech no se opuso a la entrada de LVMH y consideró a Arnault un "aliado", en conformidad con la evidencia presentada en el juzgado.
La incertidumbre sobre la propiedad de las acciones fue evidente durante una conferencia de Hermès el 25 de julio. Cuando un analista preguntó al CEO de la compañía, Axel Dumas, sobre la propiedad de las acciones reclamadas por Puech, la respuesta fue vaga. "Nosotros no tenemos manera de ver o controlar las acciones", afirmó Dumas, según Bloomberg.
Esta respuesta subraya la complejidad y la falta de transparencia en el caso, así como deja en el aire la verdadera propiedad de las acciones de Hermès que Puech reclama.
