La expresidenta argentina Cristina Kirchner ofreció una conferencia en la Ciudad de México en la cual reclamó que Nicolás Maduro muestre las actas de las elecciones del pasado domingo en Venezuela. «Le pido, no solo por el pueblo venezolano, la oposición o la democracia, sino por el propio legado de Hugo Chávez que publiquen las actas», expresó la exmandataria en un foro organizado por el partido de Andrés Manuel López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Ante un público más bien escaso, Kirchner suscribió así la postura de los gobiernos de Brasil, México y Colombia quienes el pasado jueves le reclamaron mayor transparencia al régimen de Maduro. En otros pasajes de su conferencia, la expresidenta atacó al Poder Judicial, criticó al Gobierno de Javier Milei y al delexpresidente de centro-derecha Mauricio Macri . Kirchner, a pesar de su frase recordando a Chávez, nunca tuvo demasiada afinidad con los bolivarianos. A su marido difunto, el expresidente Néstor Kirchner, la personalidad de Chávez directamente le parecía delirante. El expresidente solía contar, de lo más risueño, en sus encuentros con periodistas, que Chávez en sus reuniones dejaba una silla vacía a propósito para que allí «se sentara el espíritu de Simón Bolívar ». Cristina heredó esa misma percepción. En sus dos gobiernos, entre 2007 y 2015, a medida que el chavismo se tornaba en un régimen autocrático, ella intentaba llevarse bien con Barack Obama y sus modelos de gestión eran el Brasil de Lula Da Silva, el Chile de Michelle Bachelet o el Ecuador de Rafael Correa. Intentaba ensayar una centro izquierda más moderada pero que no podía escapar de los escándalos de corrupción que habrían de costarle el gobierno al peronismo. La expresidenta tuvo además dos episodios incomodos referidos a Venezuela y ambos con condimento aeronáutico. El primero fue durante su primer gobierno, en 2007, cuando una noche de agosto aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza un avión proveniente Venezuela con miles de dólares en efectivo. El dinero la traía el empresario Antonini Wilson y tenía por destinatarios a funcionarios de su gobierno. El caso nunca fue aclarado pero, en privado, Cristina Kirchner culpaba a los venezolanos de la impericia. El segundo fue con ella como vicepresidenta de Alberto Fernández, en 2022, cuando en Buenos Aires aterrizó un vuelo de la firma venezolana Emtrasur que traía a bordo a ciudadanos iraníes acusados de espionaje. Según fuentes consultadas por ABC, Cristina Kirchner y la comitiva argentina permanecerá en México hasta el miércoles al mediodía. La agenda incluye una reunión con la próxima presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, con la actual canciller, Alicia Bárcena; el jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres y su futura sucesora, Clara Brugada. Después de estos encuentros, la expresidenta volverá a la Argentina.
