El belga se convierte en el primer ciclista que logra ganar tanto la prueba olímpica en línea como la contrarreloj
Remco Evenepoel es de oro. El belga se ha hecho con la victoria en la prueba olímpica en ruta y se convierte en el primer ciclista que logra ganar los Juegos tanto en línea como en la contrarreloj. Además, lo ha hecho en una carrera en la que ha podido sacar toda su esencia. Remco en estado puro. Sin mirar atrás y con un ritmo demoledor, ha triturado a Valentin Madouas (Francia) para ganar en solitario. Y con el suspense de un pinchazo a cuatro kilómetros de meta. Son 24 años y 58 victorias. Dos oros olímpicos, una Vuelta a España, dos Mundiales... vamos a tardar mucho en ver algo igual.
Una carrera de 272 kilómetros en estos tiempos augura un final muy abierto. Obviamente, los grandes favoritos eran los belgas y para ellos iba el peso de cualquier persecución. Desde la primera fuga intranscendente, hasta el primer ataque serio de la prueba: el de Ben Healy y Aleksey Lutsenko, todavía con el último tercio de la carrera por disputar. Bélgica tiró con Tiesj Benoot mientras pudo, pero después de una remada de 200 kilómetros, ya no estaba para trotes cuando las cosas se pusieron serias. Aun así, el equipo belga ha hecho un carrerón.
Y ese momento llegó de la mano de Nils Politt, que formó un corte con Valentin Madouas, Marco Haller y Fred Wright al que luego se unieron Mike Woods, Stefan Küng y el mongol Jambaljamts, que por cierto corre en temporada regular para el Burgos-BH. Detrás, los favoritos empezaron a mirarse y la distnacia subió por encima del minuto, momento en el que entró, otra vez, Benoot para evitar que la cosa se fuese de madre.
Hasta que, en el primer paso por la Côte de Butt Montmartre, Van der Poel dio el estacazo. Lo siguió perfecto Van Aert, y poco después entraron Jorgenson, Alaphilippe y Skujins. El quintento en el que estaban las medallas... pero Dinamarca logró echar abajo el intento. Y ahí aprovechó Remco Evenepoel.
Atacó en solitario y nadie fue tras él. Se arrimó al grupo que iba intercalado y se puso delante. Intentó pedir relevo a algunos de ellos, pero no respondieron, así que en un repecho previo a la segunda cota se sentó en la bici y, tirando de riñón, fue desmembrando ese grupo y se echó encima de Healy.
Sólo Valentin Madouas fue capaz de aguantar el bestial ritmo de Remco mientras, por detrás, Van Aert “secaba” a Van der Poel. Sí se fue Jorgenson junto a Laporte, que cazaron a los supervivientes Küng, Haller y Healy. En el tercer grupo, donde estaban los españoles, no ha habido entendimiento y la carrera se ha escapado.
Todavía con 14 kilómetros por delante, en un falso llano, Evenepoel ha terminado de torturar y reventar a Madouas, que no ha podido más. El belga se ha quedado solo con un “paseo” triunfal por París para poner su nombre en la historia del ciclismo y del deporte olímpico. El pobre Madouas ha tenido que sufrir de lo lindo, pero al final ha podido colgarse la plata con unos metros de renta sobre el grupo que venía un minuto por detrás y terminó pisándole los talones. Y, en ese grupo, Laporte le daba el bronce también a su país.
