A 30 kilómetros de Sierra Nevada y mirando al mar, Salobreña se corona como uno de los pueblos más bellos de toda Andalucía, pero también como uno de los menos conocidos. Situada en lo alto de un peñón, esta localidad granadina, de casas blancas y callejuelas empinadas, cuenta con una marcada influencia árabe y unas vistas extraordinarias.
A primera vista, con sus casas encaladas y el castillo en todo lo alto, da la sensación de que Salobreña vive detenida en el tiempo. La mejor manera de descubrir la belleza de este pueblo costero es adentrándonos en su centro histórico, formado por barrios que fueron construidos en el interior de la desaparecida muralla. Marcados por una estructura urbana de origen medieval, los barrios del Albaycín, el Brocal (de calles laberínticas) o el barrio de La Loma nos conducirán por callejuelas, pasadizos y rincones con mucho encanto.
Pero también te encontrarás con otros lugares curiosos, como la calle más estrecha de Salobreña, que se encuentra en el barrio de la Fuente y donde seguro te harás más de una foto. Eso sí, para llegar al centro toca hacer piernas y subir por calles estrechas y de mucha pendiente.
Uno de los lugares principales que hay que visitar es el castillo del siglo XIII. Situado en todo lo alto y dominando el paisaje, a lo largo de los años ha sido fortaleza defensiva, palacio nazarí residencia de verano de los reyes del Reino de Granada e incluso durante un periodo, también prisión. La plaza del antiguo Ayuntamiento es otro de los puntos históricos destacados. Además, en uno de sus extremos se conserva la antigua cárcel del siglo XVI.
Otros lugares de interés son la iglesia mudejar del Rosario, edificada sobre la mezquita musulmana, y la Bóveda, un bonito pasaje abovedado medieval que comunicaba el barrio del Albaycín con el núcleo de la antigua Medina.
Durante la estancia en Salobreña no puede faltar un paseo por el barrio de la Caleta, antigua zona de pescadores de calles empinadas y bonitas vistas al mar. Se encuentra un poco más alejado del centro y es donde está enorme Azucarera de Guadalfeo, el único lugar en Europa en donde se transformaba la caña de azúcar. Se cerró en 2006, y hoy está catalogada como Bien de Interés Cultural de Andalucía.
Por su situación privilegiada en todo lo alto, los miradores son un punto clave para captar la belleza de Salobreña y del entorno que lo rodea. Además del que encontrarás en la plaza de la Iglesia, te recomendamos el de Enrique Morente, el Mirador Boquete de la Frascunda o incluso el del Castillo, todos con impresionantes panorámicas del pueblo y del mar.
A los numerosos atractivos de Salobreña hay que añadirle sus 6 kilómetros de costa donde se puede disfrutar de playas con aguas tranquilas y que, además, están muy poco urbanizadas. Y lo mejor, las hay para todos los gustos: playas extensas como La Guardia, con todos los servicios, la playa de Punta del Río, perfecta para los que quieren practicar deportes acuáticos, o la Cueva del Pargo, una pequeña calita de difícil acceso, pero ideal para los que buscan un arenal de más tranquilidad.
Apúntate a la newsletter y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo.