“Quien es incapaz de protegerse a sí mismo y a sus líderes es más impotente para proteger a sus lacayos, si la protección de sus lacayos está originalmente en sus agendas”. El Estado islámico no oculta su satisfacción por la muerte, a causa de una bomba, del cabecilla terrorista de Hamas, Ismael Haniya, en un fallo clamoroso de seguridad del régimen de los ayatolás, ya que el artefacto había sido colocado con mucha anterioridad.
Del fallecido destacan permaneció fiel al eje de la alianza de la resistencia hasta el último aliento de su vida “y obtuvo lo que se merecía, ya que Alá hizo justicia”.
Aunque la acción se atribuye a Israel, los yihadistas dicen que “la audacia de Alá vino y provocó los sentimientos de los sunitas”, agregan al tiempo que recuerdan la muerte, también en un atentado, del jefe de las brigadas iraníes Qasem Souleimani, lo que no dejó de suponer otro fallo de seguridad de Teherán.
