Nadie pone en duda que los aviones son el medio de transporte más rápido del mundo. Ahora podemos llegar al otro extremo del planeta –viajes que antes tomaban meses o simplemente eran inviables– en unas cuantas horas. Sin embargo, tampoco podemos negar que la preparación previa, aduanas, migraciones, check-in, embalaje, etc., son trámites que toman muchísimo tiempo y podrían evitarse al elegir otro medio de transporte.
Los trenes, por ejemplo, están con nosotros desde la revolución industrial y la invención de la primera máquina a vapor y está claro que han continuado su camino hacia la modernización y la tecnología incluso después de la comercialización de las aeronaves. Hoy en día podemos ver trenes casi tan rápidos como un avión y mucho más sostenibles y amigables con el medio ambiente.
Según datos proporcionados por Statista, basados en la plataforma de venta de billetes Omio, los trenes más veloces en la actualidad son: TGV POS (Francia), con una velocidad media de 320 km/h pero que puede llegar a los 575 km/h; KTX (Corea del Sur), con una velocidad operativa de 305 km/h y una máxima de 421 km/h; y el Golden Phoenix (China), que llega a los 420 km/h pero se mantiene usualmente a unos 350 km/h.
Si bien el podio se lo llevan estos tres, no hay que desconocer que el AVE que los españoles usan con regularidad para moverse entre Madrid, Sevilla, Málaga, Valencia, Barcelona, Zaragoza, entre muchas otras, es extremadamente rápido, ocupando el cuarto puesto. Los AVE tienen una velocidad operativa de 310 km/h y una máxima de 400 km/h.
Sin embargo, lo que más llama la atención del sistema ferroviario español es que, a diferencia de los previamente mencionados que unen la capital con una o si mucho dos ciudades, este es uno de los países con más kilómetros de alta velocidad. Desde Madrid salen cuatro grandes rutas que se ramifican para cubrir una inmensa parte del territorio nacional.
El Shinkansen, el tren bala de Japón, alcanza una velocidad operativa de 320 km/h y puede llegar a un máximo de 400 km/h. Este tren es uno de los más utilizados en el país debido a su capacidad para conectar eficientemente las zonas más densamente pobladas de la isla de Honshu.
Los tres trenes siguientes en la lista nos llevan a Italia, Alemania y Bélgica. En Italia encontramos el AGV 575, el ETR 1000 y el ETR 500, todos con una velocidad operativa de 300 km/h y un máximo cercano a los 400 km/h, siendo el ETR 1000 el más rápido, alcanzando los 394 km/h. En Alemania, el ICE tiene una velocidad operativa similar, pero no supera los 370 km/h. Por su parte, el TGV en Bélgica también opera a 300 km/h y no llega a los 370 km/h de velocidad máxima.