El calor asfixiante lleva azotando toda España desde hace varias semanas, con mayores picos de temperatura en el sur, este y centro peninsular. Estos altos grados de estrés térmico están empujando cada vez a más gente a elegir la ubicación de su vivienda en función del clima. Así lo revela un análisis de Fotocasa Research. Según este estudio, una tercera parte (el 32%) de los demandantes de vivienda en España contemplan la idea de cambiar de residencia por motivos climáticos, por encima del 29% de 2022 (año anterior al análisis).
Dentro de ese 32% que busca mudarse a otro territorio en busca de una temperatura más estable, se reparten a partes iguales (ambos con el 12%) quienes prefieren vivir en un lugar con un clima más fresco y los que quieren habitar una zona con temperaturas más suaves. Más reducida es la cifra de los que quieren mudarse a un entorno más cálido, que en este caso representan el 8%.
"Los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos están incidiendo cada vez más en las decisiones de los demandantes de vivienda. Muchas comunidades están llegando a temperaturas extremas tanto en verano como en invierno, lo que hace que el bolsillo de los ciudadanos se resienta más. Los climas extremos tienen un coste. En verano obligan al uso de aire acondicionado y en invierno a poner la calefacción. Sin embargo, hay zonas en España que al contar con climas más suaves apenas es necesario hacer uso de estos sistemas, por lo tanto, se refleja en la factura suponiendo un gran ahorro en los gastos mensuales para el ciudadano", comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Esta subida en relación con el año 2022 viene provocada principalmente por los segmentos más jóvenes, explica Fotocasa. Los demandantes de vivienda de 18 a 24 que se plantean alquilar o comprar una casa en un lugar con un clima diferente alcanza representan casi la mitad (el 46%, frente al 37% de hace un año). En este tramo de edad, quienes buscan casa en una localización más fría ha pasado del 10% de 2022 al 22% en 2023. En los demandantes de los tramos de edad centrales, las subidas son más moderadas e incluso hay retrocesos en las edades más avanzadas.
