El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, advirtió públicamente este sábado de que la concesión de la competencias a la administración catalana para recaudar la totalidad de los impuestos en la región que planea ejecutar el Gobierno "no tiene encaje" en la Constitución porque supone la "quiebra" de los principios de igualdad y solidaridad sobre los que se levanta el orden constitucional.
Para los populares esta nueva cesión del Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar constituye una nueva "corrupción" del presidente, Pedro Sánchez, que lleva a cabo con el fin de "comprar votos" de ERC para la investidura del candidato de los socialistas catalanes, Salvador Illa, como nuevo president de la Generalitat catalana.
Porque esta compra de votos, defendió Bravo, implica inevitablemente que el Gobierno de Sánchez incurra en "corrupción política y económica" y, respecto a ello, advirtió que desde el PP no lo van a permitir.
El responsable de la materia económica en la Ejecutiva de Génova insistió, como vienen haciendo en los últimos días la plana mayor de los de Feijóo, en que un cupo fiscal para Cataluña perjudicaría al resto de los españoles porque "disminuirían los fondos destinados a la sanidad, la educación o los servicios sociales".
La diferencia, recordó el dirigente, es que el concierto económico que mantienen el País Vasco y Navarra está "recogido desde el principio de la Constitución y es respetado desde entonces".
Mientras que, en esta ocasión, con el cambio del status fiscal de la administración catalana con el Gobierno central "lo que pretenden es romper la caja única, lo que pretende Sánchez es, con el dinero de todos los españoles, dar aquello que piden los independentistas".
La propuesta del PP es que se implante tanto para Cataluña como el para el resto de las comunidades autónomas necesitan un nuevo sistema de financiación "multilateral, no bilateral", con mayores fondos y corresponsabilidad fiscal.
"En ningún caso la compra política para que un señor sea presidente", como ocurre con el pacto entre Esquerra y PSC para hacer a Illa president a cambio de un cupo catalán.