De largo y corto aliento. Encuesta del BCRP revela que 15 de los 18 indicadores empresariales en el séptimo mes del año mostraron importantes mejoras por una mejor demanda de productos, lo que impulsaría inversiones y la contratación de personal.
El reinicio de operaciones del proyecto cuprífero Tía María, en Arequipa, ha anticipado una recuperación de las expectativas empresariales en el séptimo mes del año. Si embargo, todavía debe medirse el efecto sobre una posible alza de la remuneración mínima vital (RMV) en los siguientes meses, tal cual señaló la presidenta Dina Boluarte en su mensaje a la Nación.
Según la reciente Encuesta de Expectativas Macroeconómicas-julio 2024, elaborada por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), de los 18 indicadores que miden el pulso empresarial en nuestro país, 15 se consolidaron sobre terreno positivo.
Partamos por las expectativas de los empresarios locales respecto a la situación de la economía peruana en general. Para los próximos tres meses, la nota pasó de 50 a 51 puntos; en tanto que, las de doce meses, continuaron sobre 59.
Si hablamos a la expectativa respecto al sector donde las empresas encuestadas se desempeñan (manufactura, pesca, minería, exportaciones, etc), los empresarios mejoraron su calificación para el próximo trimestre móvil de 51 a 52 puntos, mientras que, las del próximo periodo anualizado, de 59 a 60.
Pero no solo ven con buenos ojos las externalidades económicas. Los empresarios locales también esperan un repunte en sus negocios: la expectativa de mejora en el corto plazo avanzó de 52 a 53 unidades, aunque para el largo permanece en 61.
Todo esto se replica por el buen desempeño de los comercios en julio. Así, la demanda esperada por los empresarios en el corto plazo mejoró y pasó de 55 a 56 unidades, aunque lastró ligeramente de 65 a 64 de cara al próximo año.
Finalmente, la expectativa de contratación en los siguientes 3 meses sigue en 51 puntos, aunque mejoró ligeramente de 58 a 59 para el horizonte anualizado. Además, las inversiones previstas, tanto en el corto como en el largo plazo, mejoraron: progresos de 50 a 51 y de 58 a 59, respectivamente.
Antonio Castillo, gerente general de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), sostiene que la medición del BCRP va en la misma línea de los estudios que el gremio industrial realiza, con indicadores que van al alza para el largo plazo desde junio. Pero, en esta ocasión, “ya se observa una recuperación en el corto”.
Para el especialista, existe “confianza de que la economía, al menos, inicie un proceso de crecimiento”, aunque no para todos. Construcción, uno de los sectores que apalancan a la industria, permanece con un decrecimiento de segmento de -5% en indicadores adelantados, aunque con un “llamativo crecimiento en contratación” para el futuro próximo.
“Hay importantes megaproyectos que hoy en día están en funcionamiento, y esos son los que están moviendo la expectativa empresarial. Pero no hay que dejar de lado a la micro y pequeña empresa, que aun están sufriendo”, remite Castillo.
Siguiendo esta línea, la encuesta de BCRP también revela que, en cuanto a la situación actual del negocio –ya no una mera expectativa a futuro–, todos los indicadores de julio mejoraron. Una franca recuperación de la demanda en el mes de Fiestas Patrias, donde muchas de las familias peruanas recibieron el soporte de una gratificación.
La situación del negocio mejoró de 48 a 49 puntos, mientras que las ventas pasaron de 51 a 53. Este escenario podría haber impulsado también a las expectativas a futuro. Castillo descarta aquí que el anuncio del alza del sueldo mínimo pueda derrotar la esperanza empresarial, “siempre que pueda darse como parte del Consejo Nacional de Trabajo”. Adelanta, eso sí, que “no hay base para un reajuste en el corto plazo”.
El puntaje de la producción pasó de 50 a 52 unidades, mientras que la demanda respecto a lo esperado mejoró fuertemente de 38 a 42. Finalmente, las órdenes respecto al mes anterior progresaron de 48 a 51 puntos, y los días de inventarios no deseados se redujeron de 15 a 14.
Y no solo eso. A medida que se modera la inflación, también caen las expectativas de precios de los insumos en el mercado, así como el precio promedio de venta al usuario final para el próximo trimestre móvil.
● En julio, la expectativa de inflación para 2024 se mantuvo en un rango de 2,5% a 3%. Para 2025 y 2026, esta variable se sitúa entre 2,45% y 3%, respectivamente.
● Del mismo modo, la expectativa de crecimiento del PBI para 2024 se ubicó en un rango de 2,8% a 3%, ante una “revisión al alza por parte del sistema financiero y empresas no financieras”. Para 2025 y 2026 se espera un crecimiento en este mismo rango.
● Finalmente, para 2024, la expectativa de tasa de referencia de analistas económicos y del sistema financiero se mantuvo en 5%. Para fines de 2025, se elevó esta previsión hasta el 4,25%.
