La Guardia Civil ha llevado a cabo una investigación, la tercera en menos de un año en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, para combatir los delitos contra la propiedad industrial en toda la provincia. Se han intervenido casi 48.000 logos/insignias metálicas de importantes marcas de lujo dispuestas para ser pegadas/ensambladas en los diferentes artículos, así como más de 31.000 artículos falsificados de marcas de alta gama preparados para su venta, valorado todo en su conjunto en casi 32 millones de euros en el mercado actual. En la operación han sido investigadas dos personas como presuntas autoras de diversos delitos contra la propiedad industrial.
La operación se inició tras detectar los agentes el almacenamiento para su posterior distribución al por mayor de grandes cantidades de artículos falsificados desde tres locales/almacenes ubicados en el municipio de Arona, más concretamente en la localidad de Los Cristianos.
Tras la realización de múltiples servicios de vigilancia discreta por las inmediaciones de los citados locales/almacenes, los agentes consiguieron reunir los indicios suficientes para demostrar la comisión de los delitos contra la propiedad industrial; la autoridad judicial decretó la entrada y registro en los tres almacenes de una forma segura con el objetivo de evitar los avisos entre los distribuidores.
Durante los registros llevados a cabo, los agentes contaron con la colaboración de un perito judicial experto en marcas que certificó que los productos a la venta eran realmente falsificaciones. Tras una labor de peritaje, el valor total de los productos falsificados intervenidos en esta operación alcanzaría en el mercado actual un total de casi 32 millones de euros.
Se trata de la tercera operación contra la propiedad industrial realizada por la Guardia Civil en menos de un año, ya que en septiembre del pasado año y en enero de este mismo año, se realizaron otras de similares características, que suman en su conjunto la cantidad de 136.000 artículos falsificados valorados en más de 53 millones de euros.
Uno de los investigados era muy conocido en el sector por sus grandes distribuciones al por mayor de mercancía falsificada, la cual era posteriormente vendida en mercadillos, bazares y top manta (venta ambulante de productos falsificados).
