Una de las certezas del mercado de automoción es que la rivalidad entre los tres fabricantes premium alemanes –BMW, Mercedes-Benz y Audi– será perenne. Cuando uno de ellos se abre paso en un segmento nuevo, los otros dos no tardan en seguirle para convencer a los clientes y evitar que domine un nicho. El caso de los sedanes eléctricos no es excepción. La semana pasada, la marca de los cuatro aros presentó su Audi A6 e-tron, en sus versiones sedán (Sportback) y familiar (Avant). Ambas comparten la plataforma eléctrica modular PPE del Grupo Volkswagen, uno de los grandes desarrollos del consorcio para extender la autonomía de sus modelos. Según las cifras oficiales del fabricante, el modelo familiar es capaz de recorrer 720 kilómetros con una sola carga de su acumulador de 100 kWh. Admiten una potencia de carga de hasta 270 kW, que es más de lo que está disponible en la mayoría de puntos de carga en España. Para alcanzar estas cifras, sin embargo, es esencial optimizar la aerodinámica. Desde los cuatro aros afirman que el coeficiente de resistencia es tan solo del 0,21 para el sedán y de 0,24 para la carrocería familiar. Los ingenieros han desarrollado unos conductos para canalizar el aire alrededor del exterior. Los principales rivales del A6 eléctrico son los BMW i5 y el Mercedes-Benz EQE, cuyos precios parten de los 77.000 y 73.000 euros, respectivamente (el BMW es el lanzamiento más reciente de los dos). Los precios en Alemania, según Audi, partirán desde los 75.600 euros para el A6 e-tron Sportback Performance –la marca asegura que más adelante llegará una versión con menos autonomía y una batería de 82 kWh–. La versión de altas prestaciones S6 partirá de los 99.500 euros. Además, el año que viene Audi pretende llevar a cabo un cambio en nomenclatura para su gama y los modelos térmicos pasarán a usar números impares en su denominación. El actual A4 se convertirá en el A5 y el A6 en el A7. Para los eléctricos que nos ocupan, la potencia en el acabado base estará en 362 caballos, mientras la versión S6 e-tron la incrementará hasta los 496 CV. Esta versión, además, será capaz de alcanzar los 100 km/h en 3,9 segundos. El diseñador español César Muntada, el máximo responsable de Iluminación en la marca de Ingolstadt, ha hecho que el conductor pueda elegir los patrones de diseño que hay en la zaga. El diseño, más que ser una ruptura con lo visto hasta ahora, se trata de una evolución de las líneas que ha ido presentando el fabricante últimamente. Los sedanes eléctricos tienen el problema estético de que sus baterías ocupan mucho espacio visual en la base del chasis. Por eso Audi ha decidido camuflarlas con una línea negra que disimule su volumen, una solución similar a la que escogió BMW con su i5.
