Este año las noches tropicales -por encima de los 20 grados-, no dan tregua por culpa de las sucesivas olas de calor que se han ido encadenando durante el mes de julio. Además de dificultar el descanso, las altas temperaturas nocturnas obligan a encender el aire acondicionado o, al menos, un ventilador, aunque eso suponga un gasto extra en la factura de la luz.
Sin embargo, según el aparato que utilicemos el coste será mayor o menor independientemente de las horas de uso, ya que el aire acondicionado gasta mucha más energía que un ventilador de pie o de techo aunque se utilice las mismas horas. Por tanto, aunque el aire acondicionado es el aparato más efectivo para refrescar las habitaciones en poco tiempo, su consumo energético es más elevado y podría llegar a suponer un gasto extra de hasta 60 euros al mes hasta duplicar la factura de la luz de un hogar normal.
Continuando con el aire acondicionado, es importante advertir que cada grado que baje incrementará en un 8% el gasto de luz, llegando a superar los 100 euros si se hace un uso intensivo del aparato también durante el día. Para evitar estos sustos, muchos consumidores optan por el ventilador, una alternativa mucho más económica que solo supondría 5 euros más al mes.
La mejor opción de todas sería un ventilador de techo, que es incluso más barato que uno de pie, ya que tenerlo encendido durante toda la noche costaría tan solo dos céntimos, lo que haría un total de 60 céntimos al mes, una décima parte de lo que cuesta el aire acondicionado.
Refrescar una casa en verano debería estar al alcance de todos, pero muchas familias vulnerables no tienen los recursos suficientes para hacerlo. Según el XIV Informe “El estado de la pobreza en España” de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español, 4,2 millones de personas en situación de pobreza no puede mantener su vivienda lo suficientemente fresca en verano por el sobrecoste que producen los aparatos de ventilación en sus facturas.
La denominada pobreza energética alcanza ya a 12,7 millones de personas en España, el 26,5% de la población del país y los que más la padecen son los hogares en situación de pobreza o exclusión social, que tienen una mayor ineficiencia energética por problemas de infravivienda e insalubridad y por el uso de instalaciones y electrodomésticos poco eficientes.
Para acabar con esta situación, el Gobierno implementó el Bono Social Eléctrico para ayudar a las familias vulnerables a afrontar el pago de la factura de la luz. Sin embargo, este descuento se irá reduciendo progresivamente en los próximos meses, hasta que a partir del próximo 1 de octubre llegue al 57% para los consumidores vulnerables y al 72,5% para los vulnerables severos.
Esta tendencia continuará hasta julio de 2025, cuando los descuentos serán del 35% para consumidores vulnerables y del 50% para vulnerables severos, además de que el Ejecutivo continuará con la prohibición de cortar los suministros básicos de electricidad, agua y gas a los consumidores vulnerables hasta el 31 de diciembre.