Viajar por
Noruega es sinónimo de naturaleza desbordante por todos los rincones. Cada carretera, incluso, es sinónimo de belleza sin parangón, por mucho que sea el asfalto un elemento humano que se cuela en medio de una inmensidad de paisajes de postal. En este entorno bucólico, en un pequeño pueblo del fiordo de Isfjord, una de las ramas del Romsdalen, se refugia
Kilian Jornet junto a su familia.
Åndalsnes, desde hace casi una década, es el hogar del corredor de montaña más celebrado, un lugar que le ha permitido alejarse del ruido mediático que siempre le acompañó en su anterior base de Chamonix, en los Alpes franceses.
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