En Estados Unidos, los datos del mercado laboral publicados este viernes sugieren un deterioro más rápido de su economía de lo que se pensaba.
De acuerdo con analistas, esta condición de debilidad inesperada ‘aprieta’ a la Reserva Federal (Fed) y la coloca en la ruta de recortar las tasas de interés en septiembre.
“Cambió el mundo de una semana para otra”, dijo a este reportero el director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, Jorge Gordillo, al recordar que el 25 de julio se conoció el reporte del PIB de EU del segundo trimestre del año, que reflejó “una economía sólida, con ciertas señales de debilidad, pero bastante fuerte”.
Pero esta semana, el reporte del índice de actividad del sector manufacturero –conocido como ISM– y los datos de las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en EU, así como un informe de empleo más débil de lo anticipado, “cambiaron el mood de todo el mundo”.
Los analistas y mercados financieros modificaron sus expectativas ante la posibilidad de que hacia adelante, la economía estadounidense pueda enfriarse muy rápido y, eventualmente, caer en recesión.
Este viernes se informó que la contratación de trabajadores desaceleró sustancialmente su ritmo de crecimiento al aumentar en sólo 114 mil en julio, por debajo de la expectativa de 175 mil y de la creación de empleo en junio, que fue revisada de 206 mil a 179 mil.
Además, la tasa de desempleo en EU aumentó de 4.1 por ciento en junio a 4.3 por ciento en julio, siendo la más elevada en casi tres años, desde octubre de 2021.
No sólo eso, sino que ligó cuatro meses en ascenso, algo que no ocurría desde el periodo que fue de marzo a junio de 2009 durante la ‘gran recesión’.
Las señales de debilitamiento del mercado laboral cierran una semana de datos decepcionantes que hacen temer a los participantes en los mercados financieros una desaceleración más profunda y acentuada de lo previsto.
Desde el jueves la aversión al riesgo se apoderó de los mercados y sacudió al peso mexicano, después de que la actividad manufacturera de EU cayó en julio a un mínimo de ocho meses
El índice de manufactura (ISM) bajó 1.7 puntos para ubicarse en 46.8 unidades, su menor nivel desde diciembre pasado. Una lectura por debajo de 50 indica contracción del sector.
A su interior, destacó el índice de empleo, que resintió una caída de 5.9 puntos, la más fuerte desde abril de 2022, para situarse en 43.4 puntos, su mínimo desde junio de 2020.
Además, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo subieron al nivel más alto en casi un año tras un aumento de 14 mil, hasta 249 mil en la semana que finalizó el 27 de julio, sumándose a la evidencia de que el mercado laboral se debilita inesperadamente.
Las solicitudes continuas, que incluyen a las personas que han recibido ayuda por desempleo durante una semana o más, subieron a 1.88 millones en la semana concluida el 20 de julio, que es la cifra más alta desde finales de noviembre de 2021.
Luego de estos datos publicados el jueves, los operadores estaban descontando hasta tres recortes de tasas por parte de la Fed este año, un día después de que el banco central dejó las tasas de interés sin cambio en un máximo de dos décadas.
Ya para el viernes, con el reporte de empleo en EU que mostró señales de moderación, la narrativa en Wall Street cambió no sólo para poner en duda si la Fed se ha tardado demasiado en recortar las tasas, sino para apostar por un ciclo agresivo de flexibilización monetaria.
Ahora se anticipan recortes de tasas más tempranos, mayores a los previstos hasta antes de esta semana o más frecuentes.
Pero, como dice Gordillo, esa percepción de los mercados parece exagerada y, probablemente, contiene elementos de sobrerreacción, pues habrá que ver en las semanas siguientes cómo vienen los datos.
Por lo pronto, el desplome del peso mexicano, que cerró la semana por arriba 19 por dólar por primera vez desde enero del año pasado, no favorece la visión de un recorte de tasas por parte del Banco de México en su reunión de la semana entrante.