Este viernes, la campaña presidencial del Partido Demócrata informó que recaudó 310 millones de dólares en julio, una cifra que calificaron como "récord". Este logro se atribuye a una avalancha de donaciones generadas después de que el presidente Joe Biden cediera su puesto de candidato a la vicepresidenta Kamala Harris.
La recaudación demócrata contrasta significativamente con los 139 millones de dólares reportados por la campaña del candidato republicano, el expresidente Donald Trump, durante el mismo mes. Esta marcada diferencia resalta el fuerte respaldo financiero y el entusiasmo generado por la campaña ahora encabezada por Kamala Harris.
Con la recaudación de julio, la campaña presidencial demócrata, inicialmente liderada por Biden y ahora por Kamala Harris, ha superado los 1.000 millones de dólares acumulados. Este logro financiero es un testimonio del fuerte respaldo y la capacidad de movilización del partido. La transición de liderazgo de Biden a Harris no solo ha revitalizado la campaña, sino que también ha demostrado la capacidad del partido para adaptarse y prosperar en circunstancias cambiantes.
El mes de julio se perfilaba como un posible fracaso en términos de recaudación de fondos, ya que muchos donantes habían suspendido sus contribuciones para presionar a Joe Biden a abandonar su candidatura tras su actuación en el debate con Donald Trump el 27 de junio.
Finalmente, Biden renunció a su candidatura el 21 de julio y respaldó a Kamala Harris como su sucesora. En cuestión de horas, Harris logró consolidar el apoyo del partido y recaudó una cifra récord de 200 millones de dólares. Este impresionante impulso financiero reflejó la confianza y el entusiasmo renovado entre los donantes y seguidores demócratas, estableciendo una base sólida para su campaña.
Según la campaña demócrata, dos tercios del dinero recaudado en julio provienen de personas que donaron por primera vez, lo que muestra el entusiasmo inicial generado por el relevo de candidato al frente del partido. Este respaldo de nuevos donantes refleja una renovación en el apoyo y un interés creciente en la candidatura de Kamala Harris, consolidando su posición y fortaleciendo la base financiera de la campaña.
Kamala Harris se convirtió este viernes en la candidata oficial demócrata a la Presidencia tras obtener los apoyos necesarios en una votación virtual de delegados del partido. En los próximos días, Harris anunciará a su candidato a vicepresidente, consolidando así la fórmula presidencial con la que competirá en las elecciones. Esta decisión llega en un momento de entusiasmo y fuerte respaldo financiero para su campaña, reflejado en la significativa recaudación de fondos y el creciente apoyo de nuevos donantes.