El pasado 17 de julio, congresistas de varias bancadas presentaron una moción de censura contra los ministros de Educación, Morgan Quero y la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ángela Hernández, por los más de 500 abusos sexuales registrados en las comunidades de Awajún y Wampis.
La iniciativa lideraba por la congresista Sigrd Bazán (Cambio Democrático-Juntos por el Perú) era respaldada por integrantes de las bancadas de Avanza País, Acción Popular, Perú Libre, Podemos, Somos Perú, Alianza para el Progreso y Renovación Popular.
Sin embargo se conoció que tres congresistas retrocedieron en censurar a los ministros. Se trata de los parlamentarios Milagros Juáregui, Kira Alcarráz y Jorge Coayla, quienes retiraron su firma del documento.
De esta manera, al no tener más de 33 firmas la iniciativa de censura, ya no habrá debate sobre el tema y tampoco se realizarán acciones de fiscalización.
Uno de los cuestionamientos al Ministerio de Educación responde a que el titular Morgan Quero tardó más de 30 días en visitar Condorcanqui, sector que fue alertado por el registro de abusos.
Por su parte, el Ministerio de la Mujer no se hizo presente en la zona, situación que motivó cuestionamientos.
Antes, Morgan Quero, calificó los abusos como "una práctica cultural" que se registran en los pueblos andinos.
"Si es una práctica cultural, lamentablemente, que sucede los pueblos amazónicos para ejercer una forma de construcción familiar con las jovencitas, entonces nosotros vamos a ser muy prudentes, pero también vamos a exigirle una respuesta a la comunidad en relación con los descargos que correspondan", mencionó el ministro de Educación.
Luego, el titular de la cartera pidió disculpas y señaló que no justifica de ninguna manera la violencia física.
"Para dirigirme a (Raquel Caicat) y pedirle disculpas. Nosotros queríamos pedirle unas sinceras disculpas por las palabras que yo lancé la semana pasada y que constituyen, en lo que a mí respecta, algo que está alejando totalmente de mi corazón y de mi mente. Yo no justifico de ninguna manera ninguna violencia física o sexual contra ningún niño o niña. Yo quería aclarar este tema pidiendo las disculpas del caso", explicó Quero.
Al respecto, la ministra de la Mujer, Ángela Hernández, respaldo a que su compañero de gabinete y también calificó los abusos como prácticas culturales.
"Se trata, efectivamente, de prácticas culturales que debemos desterrar, informar a las niñas y a las adolescentes, sobre todo, que es importante postergar sus relaciones sexuales y, si lo van a hacer, que sea protegido. Cuando es por abuso sexual tenemos que prevenir”, dijo la titular de la cartera de la Mujer.
Posteriormente, al mismo estilo de Quero, la ministra de la Mujer retrocedió y cuestionó los abusos en la zona de amazonía.
“La violencia sexual contra niñas y niños es un delito que debe ser denunciado y sancionado drásticamente, porque se trata de vulneración de derechos humanos que afectan gravemente su salud”, sostuvo.