La miel es uno de los productos más utilizados para complementar una alimentación saludable, ya que es el reemplazo perfecto del azúcar. También aporta innumerables nutrientes para el organismo.
Existe otro endulzante que es sumamente beneficioso para la piel, ya que incrementa la producción de colágeno, una proteína indispensable para eliminar las arrugas y mejorar la salud de la piel en general.
El colágeno es una proteína esencial para la dermis, ya que es la encargada de dar estructura y soporte mediante una red de fibras. Ayuda a mantener la estructura de la piel y evita que pierda la apariencia juvenil.
Esta proteína es responsable de proporcionar firmeza y elasticidad, por lo que permite que se estire y previene la aparición de defectos como arrugas y estrías.
También, juega un rol fundamental en la cicatrización de heridas, lo que se traduce en una piel más estética. Cabe recordar que conforme pasan los años el cuerpo deja de producir colágeno, por lo que es fundamental incluirla a través de la alimentación.
Si bien la miel es el principal reemplazante del azúcar, muchas veces puede resultar inaccesible para muchas familias. En este contexto, la jalea real se volvió una de las opciones más elegidas por quienes desean complementar una alimentación saludable.
Este alimento aporta innumerables antioxidantes que combaten los radicales libres que dañan las células de la piel, lo que previene el envejecimiento prematuro.
La miel de jalea real contiene aminoácidos esenciales y ácidos grasos que evitan la sequedad y promueven la síntesis de colágeno. También, brinda vitaminas y minerales al organismo para su correcto funcionamiento.
Cuenta con flavonoides y ácidos fenólicos que actúan como compuestos antiinflamatorios, lo cual calma las irritaciones cutáneas y reduce los síntomas del acné y la dermatitis.
Además de ser beneficiosa para la dermis, la jalea real aporta diversos beneficios como son:
Este alimento no solo destaca por su alto valor nutricional, sino que también es sumamente versátil al momento de ser consumido. Las principales formas son: