Sumar rompe por fin su silencio sobre el concierto económico catalán (hasta ahora, sólo se habían pronunciado en la red social X unos escuetos Yolanda Díaz y Ernest Urtasun). Lo ha hecho este viernes a última hora de la tarde y una vez la militancia de ERC ha ratificado el preacuerdo con el PSC para otorgar a Cataluña el concierto económico. Los magentas en el Congreso «celebran» el pacto, en el que ven una «oportunidad» para abrir el melón de la «imprescindible» reforma integral del modelo de financiación autonómica y aún más, «abrir de este modo la puerta hacia una mayor federalización del Estado». «El modelo actual está caducado desde hace más de 12 años y no está funcionando ni corrige desigualdades ni garantiza la suficiencia económica de los servicios públicos», denuncia la formación que hasta hace apenas dos meses dirigía orgánicamente la vicepresidenta Yolanda Díaz, que ahora únicamente ostenta la presidencia del grupo parlamentario. Sacan pecho, además, de la contribución de los comunes (integrados en Sumar) a la formación de un posible Ejecutivo de izquierdas en la Generalitat junto con socialistas y comunes: «Se abre una nueva etapa política» , presumen fuentes de la plataforma, quienes aseguran que estos acuerdos también «dan estabilidad a la legislatura de España» a la par que «garantizan su duración». Una nueva etapa centrada, dicen, en políticas sociales y verdes, y con ejes fundamentales como la vivienda o los derechos sociales. En este sentido, inciden en la necesidad de postar por los servicios públicos «y no por el dumping fiscal practicado por las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP«. El portavoz de la formación en el Congreso, Íñigo Errejón, también ha valorado el pacto por su cuenta. Ahora «se abre una oportunidad para encarrilar y consolidar la legislatura», ha dicho en la misma línea que su grupo parlamentario. Eso sí, ha lamentado que habrá «quien quiera poner a los territorios a competir entre ellos«, en plena rebelión de algunas de las federaciones regionales del PSOE como Castilla-La Mancha, Asturias o Extremadura, que se oponen a la independencia fiscal de Cataluña. Salvo sorpresa, Cataluña tendrá su tercer tripartito de izquierdas de la historia tras los presididos por Pascual Maragall (2003-2006) y José Montilla (2006-2010). PSC (42), Esquerra (20) y los comunes-Sumar (6) reúnen un total de 68 escaños en el Parlamento catalán, que es exactamente el número de apoyos necesarios para investir al socialista. Un solo voto lo arruinaría todo y está en el aire el de la diputada republicana Mar Besses. Y no sería la primera vez que las juventudes rompen la disciplina de voto. Ya lo hicieron en esta legislatura al votar en contra de la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Entonces, su voto no era decisivo.