Varios días atrás se dio a conocer la situación que viven funcionarios y funcionarias del Ballet Folklórico Nacional (BAFONA), donde un grupo de 18 artistas se encuentran cursando una huelga de hambre que se ha extendido por casi dos semanas.
Los funcionarios -dependientes de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes– acusan el no pago de sus sueldos desde mayo del 2024, aunque las manifestaciones se sostienen desde marzo del 2023.
“No quería hacer este video simplemente para mostrar el estado en el que podemos estar, sino que para generar consciencia de que estamos en un estado de desesperación que no solo es mío, pues también es de mis compañeros”, indicó la presidenta del Sindicato de Trabajadores del BAFONA, Evelyn Hernández, desde la UTI.
Sin embargo, desde la Asociación de Funcionarios y Funcionarias de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes (ANFUCULTURA), extendieron un comunicado en el que se desmarcan de las protestas ejercidas por los trabajadores del ballet.
“El Ballet Folklórico Nacional es un elenco artístico estable del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, dependiente de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, con casi 60 años de trayectoria nacional e internacional y con más de 60 integrantes en la actualidad. Este elenco, como tal, nunca ha estado en paro, ni huelga alguna y se encuentra trabajando ininterrumpidamente con un itinerario de actividades fácilmente comprobable en la página del MINCAP“, señala el documento.
Y aunque enfatizan la buena relación que existe con las y los trabajadores del BAFONA asociados a ANFUCULTURA, aseguran que les “ha resultado difícil poder empatizar y mantener el apoyo hacia el grupo de 19 trabajadores que aún se mantiene en conflicto, porque las acciones que han emprendido en más de un año no han logrado articular sus demandas de manera orgánica, ampliada y en el marco legal que regula a los/as funcionarios/as públicos para proceder en denuncias, movilizaciones y negociaciones”.
“De hecho, trataron de constituir una nueva asociación sindical pero fue desestimada por la Dirección del Trabajo por no cumplir con los requisitos legales para ello”, agregan.
Desde la asociación igualmente cuestionaron una serie de actitudes que sostendría el grupo antes señalado. Entre ellas, su ausencia “sistemática a las visitas coordinadas por la autoridad para revisar posibles espacios que pudieran acogerlos de mejor manera mientras se implementa una solución definitiva”, su falta de pronunciamiento ante la “desastrosa situación” que viven los espacios e iniciativas culturales afectados durante la pandemia “y que sufren su impacto hasta el día de hoy en todas las regiones del país”, así como su presunta falta de compromiso con las manifestaciones relacionadas a asegurar el 1% del presupuesto de la nación para Cultura.
Asimismo, una de las denuncias más complejas tiene que ver con una serie de acusaciones sostenidas por el grupo hacia socias y socios de ANFUCULTURA. “Las apariciones públicas de este grupo han perjudicado a nuestros/as socios/as y compañeros/as de trabajo que han sido señalados con cargo, nombre y apellido en notas de prensa y redes, muchos de los cuales ni siquiera han iniciado una investigación sumaria”, explica el documento.
“Caso aparte es el del abogado Maximiliano Lobos, con orden de detención por injurias y calumnias, que además de prestar un servicio negligente a sus propios representados con una causa desestimada por el Segundo Juzgado de Letras de Santiago en abril pasado, trató de ‘psicópatas’ por los medios de comunicación a dos funcionarios de la Subsecretaría, mencionándolos en hechos que la propia justicia ha decidido no acoger, atentando de esta manera contra su integridad y dignidad”, dice el texto.
“Como ya se ha dado a conocer por los medios de comunicación, así como el Segundo Juzgado de Letras, la Contraloría General de la República y la Mutual de Seguridad han desestimado sus solicitudes y requerimientos”, sumaron.
De esa manera, desde ANFUCULTURA expusieron que:”Por todas estas razones, hoy de forma explícita no podemos hacer otra cosa que desmarcarnos de las reclamaciones de este grupo, que no tiene ninguna vinculación con el intenso trabajo que venimos haciendo hace años en el sector en conjunto con otras organizaciones y velando siempre por sumar realidades para buscar soluciones a problemas comunes y actuando con responsabilidad y transparencia en cada acción. Así mismo, hacemos un llamado a la responsabilidad, tanto a los medios de comunicación, como a las y los parlamentarios que han descubierto este conflicto durante estos últimos días, a informarse mejor y a ser responsables con lo que han pronunciado sobre este ya insostenible conflicto”.