En julio se habrán duplicado los consumos con tarjeta de crédito en el exterior, según se observa de las cifras del Banco Central, que son hasta el 26, y marcan un promedio de u$s 409 millones, contra u$s 223 millones de julio del año pasado.
El número promedio aumenta si se toma las vacaciones de invierno, del 15 al 26, donde el promedio de u$s 474 millones, mientras la última cifra del 26 de julio, llega a u$s 532 millones, montos que no se veían desde mayo de 2018.
Obedece a la cantidad de argentinos que fueron a ver a Messi a los Estados Unidos y luego pagan con dólar MEP, por lo que no afecta a las reservas del Banco Central.
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El dólar tarjeta cotiza a $ 1522, por lo que no conviene pagar con pesos, ya que sale $ 200 más caros que el MEP y $ 150 más caro que el blue, ya que al dólar oficial hay que agregarle un 30% de impuesto PAIS y un 30% a cuenta del impuesto a las Ganancias. Se trata de una carga impositiva total del 60%, frente al 155% que existía en la gestión anterior.
Desde septiembre, con la baja de diez puntos del impuesto PAIS, debería bajar al 20% la alícuota para el dólar tarjeta, por lo que se encarecería un total del 50% frente al dólar minorista de $ 950, por lo que bajaría a $ 1425.
El impuesto a las Ganancias se deduce, pero hay que esperar hasta mayo del año que viene, sin ningún tipo de indexación inflacionaria, aunque ahora es menor perjudicial que el año pasado, ya que la inflación está bajando y en julio será la menor del año, por debajo del 4%, más cerca entre el 3,7 y el 3,8%.
Este es, justamente, punto crítico para el Gobierno: las reservas. "Hacia adelante, su performance debería empeorar, dado que la estacionalidad de las importaciones y exportaciones continuará jugando en contra de la acumulación de reservas", revelan desde PPI.
Recuerdan que, en años con cepo, suele vender reservas en el tercer trimestre. Al haber flexibilizado el acceso al mercado oficial para más de 60% de las importaciones, se agregó mayor presión entre septiembre y noviembre, cuando habrá un flujo de más de 100% de las importaciones accediendo, ya que se solapan cuotas del esquema anterior con el nuevo.
En un contexto que ya no hay flujo excedente para que el BCRA compre, sus ventas serían cada vez mayores que la oferta.
"La pregunta del millón es por qué el BCRA vuelve más desfavorable para sí mismo la dinámica del mercado oficial. Si bien flexibilizar el acceso de los importadores es una medida apoyada por el FMI, implicaría un riesgo para las reservas netas. ¿Habrá un as bajo la manga que no lo deje en tan incómoda posición?", se preguntan los analistas de PPI.
En Delphos hacen hincapié en que las reservas brutas alcanzaron el menor nivel desde marzo y las reservas netas siguen negativas cerca de los 5.000 millones si se cuentan los vencimientos de U$S 2.000 millones de Bopreal en los próximos 12 meses.
En este contexto el gobierno tomó medidas para flexibilizar del cepo cambiario. Se acortaron los plazos de pagos de las importaciones a partir del 1 de enero, se amplió la franquicia para exportaciones de la economía del conocimiento y se relajaron las restricciones para operar CCL/MEP instauradas como consecuencia de las ayudas estatales en la pandemia o por los subsidios a los servicios públicos, lo que fue un paso adelante en la normalización de flujos externos.
"Mantenemos nuestra visión sobre una flexibilización progresiva del cepo, que incluye el incremento del acceso de personas y empresas al mercado oficial de cambios, la reducción del blend y la finalización del impuesto PAIS, quedando además la posibilidad de compensar estos cambios mediante un ajuste del tipo de cambio oficial", precisan en Delphos.