A la larga, uno de los mensajes más claros del Sínodo sobre la sinodalidad, que se celebrará en su segunda vuelta después del verano, es el de que el modelo de la Iglesia clerical está llegando a su fin. La Iglesia clerical genera, a pie de calle, clericalismo. Tengo dudas de que, exceptuando los primeros tiempos apostólicos, haya existido una Iglesia que no sea clerical en el peor sentido del término. Es posible que antes del emperador Constantino el Grande (s. IV) la comunidad eclesial no fuera clerical, que no hay que confundir con ministerial. Para que se dé la «desclericalización» de la Iglesia no es necesario revolucionar la estructura jerárquica, ni poner patas arriba el sacerdocio, ni convertir a...
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