El Gobierno realizó dos movimientos en las últimas semanas. El primero, como mensaje al mercado ante la desconfianza a la "Fase 2" del programa económico con la "flexibilización del cepo" y el segundo, con la reiteración de la promesa de baja del impuesto PAIS, pero ¿Qué se cosechará de esta doble jugada?
Luego de que el dólar blue tocará los $ 1.500 el viernes 12 de julio, el fin de semana se anunció una nueva etapa, la de "cortar las canillas de emisión monetaria". Para absorber los pesos que se emitieron para comprar reservas se intervendría en los paralelos (Contado Con Liquidación (CCL) y MEP) en complemento con el pase de los pasivos remunerados del Banco Central de la República Argentina (BCRA) al Tesoro.
Pero no era lo que esperaba el mercado y el Gobierno tuvo que redoblar la apuesta: mostrar que no es cepo dependiente. Lo que llevó al directorio del BCRA a acortar los plazos de acceso de las empresas al Mercado Libre de Cambio (MLC) para pagar importaciones.
Así, se cambió que desde el 1º de agosto los bienes suntuarios y los autos terminados en lugar de abonar a partir de los 120 días del registro aduanero lo hagan a los 90 días y que el resto de los productos abandonen el esquema de cuatro cuotas (a los 30, 60, 90 y 120 días) con pago del 25% en cada una para pasar a dos del 50% a los 30 y 60 días.
"Debería aumentar la recaudación del impuesto PAIS al menos un 25%", destacó una importa fuente en materia aduanera a El Cronista en estricto off. Ya que al cambiar del esquema de cuatro cuotas al 25% por dos al 50%, el ingreso en agosto del tributo sería mayor.
Lo que también podría suceder en el próximo mes. Dado que si bien el presidente Javier Milei prometió en la Exposición de la Sociedad Rural Argentina (SRA) la baja de la alícuota en septiembre no definió un día específico.
Pero esa promesa, junto con las medidas de flexibilización del cepo podrían haber tenido una doble intensión por parte del Gobierno: incentivar la postergación del registro aduanera a la espera de baja del impuesto. Un accionar que confesó estar implementando una importante importadora.
En junio, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), pese a que el resultado de la balanza comercial fue positiva, las importaciones, aun con una variación interanual negativa del 35,4%, sumaron u$s 4.679 millones.
Frente a la caída de las reservas en las últimas ruedas cambiarias que bajaron al terreno de lo u$s 26 mil millones a partir las intervenciones en los paralelos, pero también por los vencimientos en agenda: el primero pago de los Bonos para la Reconstrucción de la Argentina Libre (Bopreal) y de los intereses con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A pesar de que en el Gobierno aseguran que en diciembre el impuesto PAIS deja de existir (porque se vence el plazo vigente por ley) sobrevuelan dudas de cómo se van a compensar esos ingresos que explicaron en gran parte del superávit fiscal en el primer semestre del 2024.
"¿De dónde van a sacar los $ 500 mil millones que sumó desde enero a junio?, ironizaron. Lo que, a su vez, implicaría el desfinanciamiento de áreas claves: el 70% se destina programas de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES).