En el mundo del deporte, los Juegos Olímpicos representan el pináculo de la competencia y el esfuerzo disciplinado. Sin embargo, también son escenario de controversias y desafíos personales que a menudo trascienden lo deportivo. Este es el caso de la nadadora brasileña Ana Carolina Vieira, quien recientemente fue expulsada de la delegación olímpica de su país por supuestos actos de indisciplina . La joven atleta, lejos de aceptar su destino en silencio, ha utilizado las redes sociales para defenderse y exponer su versión de los hechos. La deportista brasileña fue enviada de vuelta a casa tras violar las normas de la Villa Olímpica al salir con su novio, el también nadador Gabriel Santos, para explorar la ciudad sin permiso. Según revelaron los medios, la noche anterior a la competencia, Vieira y Santos presuntamente abandonaron la Villa Olímpica para explorar París , lo que el Comité Olímpico Brasileño calificó como «actos de indisciplina». Sin embargo, la situación se complicó cuando Vieira, quien compartió detalles de la escapada en sus redes sociales, desafió la decisión , lo que resultó en su expulsión del equipo . Por su parte, Santos se disculpó por lo sucedido y recibió una advertencia por el incidente. Vieira también fue acusada de criticar la formación del equipo de relevos en el que compitió el pasado sábado, lo que intensificó las tensiones y llevó a la delegación brasileña a expulsarla del equipo. Gustavo Otsuka, presidente de la Selección Brasileña de Natación, declaró: «La atleta Ana Carolina, de forma irrespetuosa y agresiva, impugnó la decisión técnica tomada por el comité de la Selección Brasileña de Natación. Así, el atleta Gabriel Santos fue sancionado con una advertencia y la atleta Ana Carolina Vieira fue sancionada con la expulsión de la delegación. Ella regresará a Brasil inmediatamente». Tras el incidente, Vieira recurrió a Instagram para ofrecer su versión de los hechos . La nadadora de 22 años expresó su frustración por no haber podido recuperar sus pertenencias antes de regresar a Brasil, viajando de regreso a Sao Paulo vía Portugal. «Salí de allí y dejé mis materiales, no sabía qué hacer», explicó Vieira. «Mis cosas están allí [en la Villa Olímpica], fui al aeropuerto en pantalones cortos. Tuve que abrir mi maleta en el aeropuerto. Estoy en Portugal, voy a Recife y luego a São Paulo. Estoy desamparada, no he tenido acceso a nada, no he podido hablar con nadie. Me dijeron que me pusiera en contacto con los canales del COB. Pero ¿cómo voy a ponerme en contacto?», añadió. Vieira también mencionó haber denunciado acoso dentro del equipo sin obtener respuesta . «Hablaré con mis abogados. Prometo contarlo todo. Estoy triste, nerviosa, pero con tranquilidad porque sé quién soy, sé cuál es mi carácter y mi naturaleza. Espero poder defender con mucho orgullo la natación femenina brasileña. Pido paciencia, gracias», concluyó Vieira.