El novelista John le Carré podría haber firmado el guión: un canje de presos entre bloques que nos retrotrae a los tiempos de la Guerra Fría. El árbitro, el siempre equilibrista Erdogan; el lugar, el aeropuerto de Ankara, territorio OTAN pese a que a veces no lo parezca. En el contingente de los liberados de uno y otro bando se cuentan periodistas con acreditación, como el vasco con doble nacionalidad española y rusa Pablo González (Pavel Rubtsov para el Kremlin), por fin dueño de su destino tras haber permanecido como preso preventivo en Polonia durante más de dos años. Recibido ...