El canciller alemán, Olaf Scholz , interrumpió anoche sus vacaciones para recibir personalmente, en el aeropuerto de Colonia, a trece de los presos liberados por Rusia. Respaldaba así políticamente la «difícil decisión» de su Gobierno en el canje de prisioneros , de la que había informado «en una fase temprana» a la conservadora CDU, primera fuerza de la oposición. El portavoz en política exterior del SPD, Michael Roth, escribió en X que a veces hay que «hacer un pacto con el diablo por razones de humanidad» y el ministro de Justicia, Marko Buschmann, habló de una «concesión particularmente amarga». Se estaba refiriendo a la más controvertida de las liberaciones, la del agente ruso y asesino a sangre fría Vadim Krasikov,...
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