"Siempre que pintas iglesias pintas angelitos bellos", cantaba[[LINK:TAG|||tag|||6336117d1e757a32c790b5e1||| Antonio Machín]] en su memorable 'Angelitos negros' refiriéndose al "pintor de mi tierra con el pincel extranjero".
No parece ser el "pintor de santos de alcoba" del egregio hermano de Los Negritos de Sevilla el que ha perpretado la enésima chapuza ibérica, en la estela del Ecce Homo de Borja, esta vez en la ermita de Nuestra Señora del Mirón, en Soria capital. No parece serlo porque no ha pintado precisamente "angelitos bellos", sino que los angelotes ubicados en las ménsulas bajo la bóveda son engendros, gárgolas infectas que mueven más a la risa que a la devoción.
Hasta el influyente diario inglés 'The Guardian' se ha hecho eco del sacrilegio cometido por sus reformadores, que deja a los querubines con cara de pasmados. "La renovación fallida de una iglesia española deja a los querubines con cara de sorprendidos", titula el periódico británico.
La ermita del Mirón se construyó en el año 1725, en estilo barroco sobre las ruinas de una iglesia románica-gótica. Se ubica en el cerro gemelo al del Castillo, cercana a la muralla soriana. Desde la diocesis de Osma-Soria, como responsables del templo, afirman sobre el resultado de la calamitosa reforma que "es una cuestión de gustos".
Son varios los colectivos que han puesto el grito en el cielo y en las redes sociales. Entre ellos 'Soria Patrominio', que desde su cuenta en X se preguntan a modo de denuncia: "¿Qué le han hecho a la ermita de la Virgen del Mirón de Soria?", adjuntando sendas fotos del antes y el después del interior del templo.
Además, desde este perfil ofrecen en detalle imágenes de los risibles angelotes, y respiran aliviados al comprobar que "aún podemos estar contentos de que la cúpula no se ha tocado."