El bloqueo de la OPA hostil lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell. Eso es lo que han pedido oficialmente los principales sindicatos a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por todos los "riesgos potenciales asociados" que representan esta operación. Por ello reclaman que "se den los pasos necesarios para mantener los niveles de empleo y se proporcione información más detallada y transparente para mitigar estos efectos negativos asegurando una competencia efectiva en el mercado bancario". Dentro de estos "pasos necesarios" se incluye la "denegación de la fusión".
CC OO y UGT advierten de que estiman provocaría una pérdida de hasta 10.567 empleos directos y unas implicaciones indirectas que elevarían esa cifra en algunos miles más al sumarse la supresión de oficinas debido a las duplicidades estructurales, que estas organizaciones cuantifican "entre 589 y 883 a nivel nacional, con un impacto especial en Catalunya, Comunidad Valenciana, Asturias y Galicia donde el Banco Sabadell tiene una fuerte presencia". Unas cifras que desde BBVA han rebajado a 300 oficinas, aunque sí que han reconocido que la integración implicaría un recorte de 300 millones de euros anuales en gastos de personal.
La carta de los sindicatos, dirigida a la presidenta del organismo, Cani Fernández Vicién, sigue los pasos de las patronales catalanas, lideradas por Foment del Treball, alertando sobre el impacto negativo sobre la economía de las regiones más afectadas por la pérdida de presencia bancaria y de disponibilidad de la financiación para pymes y autónomos, sectores en los que Sabadell tiene una especial relevancia.
La entidad que preside Josep Oliu y dirige César González-Bueno Banco Sabadell ha apuntado en varias ocasiones que una de cada dos pymes españolas ha sido financiada por Sabadell, por lo que las organizaciones sindicales estiman que una fusión con BBVA recortaría el crédito en torno a un 8%, lo que se traduciría en 54.000 millones menos en préstamos. Una cifra que ha vuelto a negar BBVA. Según las estimaciones del consejero delegado del BBVA, Onur Genç, la integración generaría 5.000 millones adicionales de crédito al año.
Los sindicatos no se lo creen, y en el comunicado enviado a la CNMC advierten de que entre la posible nueva entidad resultante y CaixaBank controlarían casi el 74% del parqué de oficinas, que redundaría en "peores precios, en un deterioro de los servicios financieros y mayores comisiones". "Es esa preocupación la que motiva que ambos sindicatos queramos trasladar nuestra inquietud porque la operación destruya un gran número de empleos", han remarcado en su comunicación, alertando del debilitamiento del tejido social y económico y de una mayor concentración en la banca, que sería ya superior a la media europea.